"Por ahora, sigue el intercambio de documentos a través de un emisario, pero esperamos sentarnos a conversar el lunes los detalles finales del acuerdo.» Una alta fuente del Grupo Industriales (opositor) de la Unión Industrial Argentina adelantó ayer lo que sería un inminente acuerdo con la actual conducción de la entidad (Lista Celeste y Blanca), que encabeza Alberto Alvarez Gaiani. El «emisario» que menciona la fuente es Oscar Vignart, CEO de Dow Chemical y actual secretario de la central industrial. Según fuentes de ambos sectores, quienes darán los últimos toques al fin de las hostilidades serán (por el oficialismo) el papelero Héctor Massuh, el azucarero Federico Nicholson, el plástico Héctor Méndez, Cristiano Rattazzi (ADEFA) y Juan Forn (Molinos, COPAL). Del otro lado de la mesa estarán José Ignacio de Mendiguren (ex titular de la UIA), el textil Guillermo Gotelli (por Catamarca), el ex diputado duhaldista Osvaldo Rial, el metalúrgico Juan Lascurain, y el santafesino Guillermo Moretti. ¿Qué está en discusión? De nuevo, el mayor desacuerdo está en la representatividad que cada uno de los sectores tendrá en la elección de abril, cuando se renovará la mitad de la Junta Directiva de la UIA. A esta altura de los acontecimientos, lo más probable es que haya una lista única, y queda por definir cuántos cargos le tocan a cada uno de los sectores. A la actual conducción le corresponderían dos tercios, pero versiones cercanas al oficialismo dejaron entrever que podrían ceder algunos puestos en la lista en aras de la unidad. Eso, siempre y cuando se acuerde sobre los otros puntos que hasta ahora los dividen. Esos puntos -incluidos en un borrador que le alcanzaron los «Industriales» a Vignart la semana pasada-son cuatro:
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• la unificación de los «Encuentros Federales» que organizara la oposición el año pasado, con la misma metodología de trabajo pero bajo el paraguas de la entidad;
• reformular el presupuesto de la UIA, lo que garantizaría que el grupo Techint (principal impulsor de la oposición) volvería a tener un rol importante en el financiamiento de la entidad, peso que hoy recae fuertemente en la COPAL (alimentarios);
• el consenso sobre un «modelo industrial para la Argentina», a definir por los «think tanks» de la UIA;
• la discusión de los «temas horizontales», críptica definición que incluiría cuestiones tan diversas como impuestos distorsivos, política industrial, etcétera.
Siempre de acuerdo con la fuente de Industriales, «el documento que le dimos a Vignart 'marca la cancha': adentro quedan los temas que podríamos llamar 'de Estado', y afuera los más ríspidos, o sea la conformación de una lista única». Sin embargo, entre los temas «ríspidos» también estaría el contenido de algunas declaraciones emitidas por un representante del sector oficial respecto de la actitud que debe asumir la Argentina de cara a sus acreedores externos. De todos modos, no parece éste un tema que pueda abortar la unidad: es que desde despachos oficiales vienen recibiendo claras señales de que ya pasó la hora de las confrontaciones, que fueran impulsadas por el propio gobierno nacional.
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