La canasta de servicios públicos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) saltó un 5,7% en diciembre y un hogar necesitó $183.410 para cubrir gastos de electricidad, gas, agua y transporte. El fuerte aumento, por encima de la inflación de noviembre (2,5%) y de la estimada por el mercado para el último mes del año (2,1%), se explicó por la combinación de incrementos tarifarios en todos los servicios y el crecimiento del consumo eléctrico, propio del período de altas temperaturas.. De esta manera, el gasto en servicios ya equivale a más de la mitad de un salario mínimo y representa el 11,1% de una remuneración promedio del sector privado registrado.
La canasta de servicios públicos saltó casi 6% en diciembre y ya representa más de mitad de un salario mínimo
El fuerte incremento se ubicó por encima de la inflación de noviembre (2,5%) y de la estimada por el mercado para el último mes del año (2,1%). Fue producto de subas tarifarias en todos los servicios y el crecimiento del consumo eléctrico, propio del período marcado por altas temperaturas.
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La canasta de servicios públicos representó un 55% del SMVM.
El reporte, realizado por el Observatorio de tarifas y subsidios IIEP (UBA-CONICET), muestra que la actualización anual de la canasta de servicios públicos fue de 31% en 2025, mientras que el índice de precios al consumidor (IPC) de 2025 se espera que esté cerca de ese nivel (30,4%), según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM).
El rubro que más presionó sobre la canasta fue el transporte, que explicó 19 de los 31 puntos porcentuales (p.p.) del aumento interanual. En diciembre, el gasto mensual promedio en movilidad alcanzó los $83.196, consolidándose como el componente más pesado dentro del presupuesto de los hogares del AMBA.
En términos interanuales, el transporte acumuló un ascenso del 48%, por encima del IPC, mientras que el resto de los servicios mostró subas más moderadas: agua (13%), energía eléctrica (19%) y gas natural (28%).
Entre los servicios que más avanzaron, también se destacó la electricidad, que si bien los cuadros tarifarios se elevaron un 3%, el consumo -por la temporada estival- siguió en alza y llevó a las facturas a un promedio de $44.808 mensual para los usuarios sin subsidios. Esto implicó un incremento mensual del 20,8% solo en diciembre.
El gas, por su parte, también tuvo subas tarifarias, aunque como la estacionalidad redujo el consumo se moderó el impacto final en las facturas, que quedaron en promedio en $22.970. Esto implicó una baja mensual de 4,6%.
El agua, que tuvo un aumento en su cuadro tarifario, sufrió un ajuste de 4,4% por el incremento en su valor y la mayor cantidad de días del mes, que impulsaron la factura media a $32.435.
¿Qué peso tiene la canasta de servicios públicos en los salarios?
La canasta de servicios públicos del AMBA de diciembre representa el 11,1% del salario promedio registrado estimado del mes ($1.669.987) o bien, con un salario alcanza para comprar 9 canastas de servicios públicos (vs. 8,6 en diciembre de 2024). A su vez, el peso del gasto en transporte sobre el salario representa el 43% y es al menos el doble que el peso de cualquiera de los restantes servicios sobre los ingresos del hogar.
El salario mínimo, vital y móvil en Argentina se ubicó en $334.800, tras el último aumento fijado por el Gobierno ya que no se llegó a un acuerdo entre las partes. Esto implica que la canasta de servicios públicos representó un 55% de este tipo de haber.
El informe también confirma una fuerte reducción de los subsidios económicos. En términos reales, las transferencias a energía, agua y transporte cayeron 43% interanual, con un recorte del 48% en energía y del 26% en transporte.
Actualmente, los hogares del AMBA pagan tarifas que cubren, en promedio, el 53% del costo real de los servicios, mientras que el Estado financia el 47% restante. Sin embargo, esa cobertura varía según el servicio y el nivel de ingresos, y sigue existiendo subsidio incluso para los hogares de mayores recursos.
Reducción de subsidios: nuevo esquema de 2026
De cara a 2026, se anticipa una mayor presión tarifaria. Desde el 1° de enero de 2026 entrará en vigencia un nuevo esquema de subsidios energéticos focalizados, que eliminará la segmentación por niveles (N1, N2 y N3) y clasificará a los hogares únicamente como “con” o “sin” subsidio, según ingresos y criterios patrimoniales.
El principal criterio es un umbral de ingreso mensual familiar equivalente a tres Canastas Básicas Totales (3 CBT) del INDEC para un hogar tipo 2, lo que permite agrupar a los hogares históricamente catalogados en el Nivel 2 y a una parte significativa de los del Nivel 3. Asimismo, se mantienen criterios sociales adicionales: hogares inscriptos en el ReNaBaP, personas con Pensión de Veterano de Guerra del Atlántico Sur y situaciones de discapacidad.
El esquema también redefine los umbrales de consumo subsidiados, introduciendo criterios de estacionalidad tanto para electricidad como gas. En electricidad se fija un bloque subsidiado de 300 kWh mensuales para los meses de mayor consumo (diciembre a febrero y de mayo a agosto), y de 150 kWh para los meses templados (marzo-abril y septiembre-noviembre).
Para el gas natural y el gas propano por redes, se mantienen los volúmenes actuales definidos por la Resolución 686/22, mientras que para el consumo de GLP en garrafas se fija un consumo base a una garrafa mensual de 10 kg, que aumentará a dos garrafas en los meses de invierno.





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