Más que bonos, preocupa soja
La Argentina no podía escapar al pánico proveniente de Wall Street. Lo más preocupante fue el derrumbe de 6% de la soja. Aún está por encima de los u$s 400, pero quedó muy lejos el máximo alcanzado de u$s 609 el 3 de julio. Anticipa renovada presión del campo contra gobierno. Los bonos argentinos se derrumbaron, aunque, en realidad, soja y riesgo-país se mueven en sintonía. Nada escapa a la delicada situación. También cedieron el trigo, el maíz, y el petróleo, que se acercó a los u$s 150 en julio, se derrumbó 10% ayer. Los precios de estos commodities son los que hay que seguir de cerca para medir el impacto de la crisis. El dólar puede subir más, pero gobierno puede aún controlar cómodamente las oscilaciones.
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«Las bajas de los granos siguen respondiendo directamente a las caídas de mercados financieros. Los inversores se desprenden de estos activos, como primera reacción ante la crisis», indicó a su vez Ernesto Ambrosetti, titular del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural. Según este especialista, debe ahora esperarse un rebote: «Con estos precios, no faltarán aquellos que quieran aprovechar para comprar» granos, señaló.
«Lo que está en juego ahora es determinar si se ingresa a una recesión, como ya empieza a evaluarse. Ya no se trata de caídas aisladas en Nueva York, por lo que obligaría a replantear por completo el esquema de oferta y demanda global de alimentos», puntualizó Ricardo Baccarín, de la consultora Panagrícola.
Hace apenas un mes, nadie imaginaba una soja de u$s 400, sin embargo, los especialistas coinciden ahora en que incluso podría romper ese piso.
A nivel local, el mercado volvió a demostrar que los problemas políticos internos lo mantienen desenganchado del mundo. Se observaron pérdidas, pero inferiores a las de Chicago. La soja bajó 3,41%, y se pagó $ 850 por tonelada; el trigo aumentó 0,86% ($ 585 por tonelada), aunque mostró baja de 2,76% para futuros de enero 2009; y el maíz disponible no mostró variación ($ 395 por tonelada), pero cayó 5% en futuros de diciembre.
Las fuertes pérdidas en Chicago generaron además una situación particular. Si se aplicara el extinto sistema de retenciones móviles que fue rechazado tras el voto negativo de Julio Cobos, hoy la soja estaría pagando 35,9% de derechos de exportación. Para el gobierno, el derrumbe de los granos implica menor recaudación. Se calcula que aún quedan sin precio y sin vender unos 18 millones de toneladas de soja en el país, las cuales perdieron u$s 200 por tonelada en apenas dos meses. Para el fisco significan unos u$s 1.200 millones menos en concepto de retenciones.
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