La negativa argentina a reabrir negociaciones con los acreedores que rechazaron el canje de la deuda pública incumplida sienta un precedente peligroso y pone en riesgo las calificaciones de crédito de varios países, dijo un alto funcionario europeo del Grupo de los Siete (G-7).
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La fuente, en declaraciones a periodistas previas a la reunión de ministros de finanzas del G-7 del sábado y el domingo, dijo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) debe tomar una dura posición con Argentina y no prestarle más dinero hasta que negocie con los acreedores.
"Estamos creando un precedente muy riesgoso: un país en deuda rompe relaciones con el FMI, paga una parte de sus deudas y luego vuelve al FMI y es tratado con guantes de seda", dijo.
"Argentina necesita abrir las negociaciones con los acreedores que rechazaron la oferta si quiere dinero del FMI", aseguró, y agregó que su posición es compartida por los países europeos del G-7 y por Estados Unidos.
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