El presidente francés, François Hollande, marcó la importancia para Grecia de "permanecer en la zona euro". Sin embargo, opinó que todavía tiene que "demostrar la credibilidad" de sus compromisos en materia presupuestaria.
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También celebró al pueblo griego por los esfuerzos del programa de ajuste, pero, como comentó la mandataria alemana, él también esperará el informe de la Troika antes de tomar decisiones. Ocurrió luego de una reunión con su par griego, Andonis Samarás, quien realizó su visita después de pasar ayer por Berlín, donde tuvo una suerte similar.
"Para mí (la cuestión) no se plantea, Grecia está en la zona euro y Grecia debe permanecer en la zona euro" aseguró firme Hollande. Aunque, a continuación, advirtió que el país heleno "debe demostrar todavía la credibilidad de su programa y la voluntad de sus dirigentes de llegar hasta el final".
En una rueda de prensa en París donde se depositaron grandes expectativas de los mercados, el mandatario francés aclaró que los recortes intentan realizarse "de manera que sea soportable para la población". En ese sentido, precisó haber "celebrado los esfuerzos que los griegos acometieron, dolorosamente, desde hace dos años y medio".
Igual que la canciller alemana, repitió que los socios europeos de Grecia esperarían el informe de la troika (FMI, BCE y UE) antes de que Europa haga "lo que debe" hacer para ayudar más a Grecia. Eso mencionó cuando insistió que "no hay más tiempo que perder" y "cuanto antes mejor" para tomar decisiones. Así, aclaró que "es decir, tras el informe de la Troika al Consejo Europeo del mes de octubre".
Haciéndose eco del presidente francés, Samaras aseguró "que Grecia lo conseguirá" y añadió que "permanecerá en la zona euro y que podrá jugar un papel importante en la Unión Europea". Sin embargo, "tenemos que recuperar la esperanza porque sin esperanza perderemos la cohesión social", advirtió y estimó que si la vuelta al crecimiento era un hecho "importante", el objetivo del gobierno griego era también "mantener la cohesión social" lo que "no será fácil".
"Grecia y el pueblo griego son una nación orgullosa, no nos gusta depender de los otros y pedir prestado", recalcó el primer ministro de Grecia. Un éxito heleno sería "también un éxito europeo", prosiguió el dirigente. Procurando contagiar optimismo, adelantó que "vamos a demostrar que Europa es capaz de superar sus dificultades y sus problemas, unida, y para ello necesitamos esfuerzos y compromisos, pero también una recuperación económica".
Su encuentro superó por poco los 45 minutos previstos y se desarrolló en presencia de los ministros franceses de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, y de Finanzas, Pierre Moscovici. Hollande y Samarás trataron también en París la situación de Siria, al tener que afrontar dos Estados Europeos, Chipre y Grecia, la llegada de refugiados de allí.
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