Petrobras compra Esso
-
La industria desaceleró fuerte la caída interanual en julio, y rebotó casi 7% frente a junio
-
¿Cuáles son los autos que bajaron de precio en septiembre?
La brasileña tiene petróleo propio en el país, equivalente a 8% de la producción nacional, y le interesaría la planta de Esso en Campana porque mejoraría las propias para producir combustibles con menos cantidad de azufre en 2009, tal como lo exige la reglamentación de la Secretaríade Energía. Aunque Esso será la que decida el comprador de sus activos, aparecen algunas dudas por el conflicto que surgió cuando se vendió Transener. Petrobras, que tenía que desprenderse de su participación, acordó la operación con un fondo de inversión de EE.UU., que fue objetado por el gobierno de Kirchner por no tener experiencia en la actividad. Y finalmente debió venderla a ENARSA con Electroingeniería, una empresa cordobesa que hasta ese momento sólo producía insumos para la actividad eléctrica, y cuyos directivos no necesitan ningún pase para entrar en la Casa Rosada.
En el caso de que Petrobras comprara la refinería de Esso, se quedaría con una participación de 30% a 35% en el negocio de la producción de combustibles. Operaría eventualmente una red de 1.200 estaciones sobre un total de 4.100 en todo el país, aunque es posible que gradualmente se desprenda de bocas de expendio, porque uno de los motivos de comprar Esso será la posibilidad de ampliar la oferta de gasoil y disminuir la pérdida por importar ese combustible.
No hay elementos para que la operación pueda objetarse, considerando la participación en el negocio que se le permitió mantener a Repsol cuando compró YPF. (Hoy refina casi 50% de los combustibles en el país y tiene 1.700 estaciones).
El gobierno, apelando a la idea de desconcentrar el mercado, que quedaría repartido en tres operadores fuertes, podría forzar la ley de defensa de la competencia e impulsar la venta de Esso a ENARSA y a PDVSA (si ésta realmente alguna vez decide poner dinero en la Argentina), o respaldar a un grupo local.
Pero una decisión de ese tipo comprometería la relación del gobierno con la administración brasileña, interesada en que los negocios de Petrobras, mayoritariamente estatal, sean exitosos, sobre todo después del revés en Bolivia por el que terminó retirándose de una refinería.
Kirchner, por su parte, necesita que Petrobras y las otras petroleras que operan en nuestro país y simultáneamente en Bolivia se decidan a invertir en gas en el incierto país de Evo Morales, porque en el nuestro las reservas se agotan y no se encuentran nuevas.
Dejá tu comentario