Precios: gobierno posterga medidas por baja inflación

El dato de la inflación de diciembre, de sólo 0,2%, le dio un respiro al gobierno en uno de los temas que más lo preocupaban: el de la suba de los precios de los alimentos. Así, luego de la divulgación del índice, decidió desacelerar el proceso que parecía llevar casi inexorablemente a la temida intervención oficial. Y suspendió la reunión de ministros citada ayer para discutir el tema. Ahora proseguirán conversando con los industriales de la alimentación, los lácteos y los molineros (entre otros) para tratar de alcanzar un acuerdo que les permita llegar por lo menos hasta mayo sin sobresaltos inflacionarios. Pero lo harán desde una posición de fuerza: no aceptarán, dicen, que la reducción de los precios a pactar tenga costo fiscal. Los industriales ya le dijeron a Roberto Lavagna que, de reducirse el IVA a la mitad, los precios podrían caer 10%, y el menor estímulo para la evasión compensaría esa baja. El gobierno también decidió dejar de lado una iniciativa que ya provocaba fuertes críticas: el incremento de las retenciones a las exportaciones.

«La noticia del Indice de Precios al Consumidor fue tan buena que decidimos suspender la reunión que teníamos prevista para hoy.» Un eufórico miembro del equipo económico explicaba que el tema que venía desvelando al gobierno desde hace algunas semanas, el de la suba de precios de los productos alimentarios, había quedado en buena medida desactivado a la luz de la divulgación de los guarismos elaborados por el INDEC.

De todos modos, según fuentes del Palacio de Hacienda, el ministro Roberto Lavagna indicó que se seguirá conversando con los sectores que elaboran esos productos para tratar de alcanzar algún tipo de acuerdo que reduzca la posibilidad de futuros aumentos. «Pero ahora mucho más tran quilos», admitía la fuente.

Desde la cartera económica se esbozaron algunas de las características que deberán tener esos acuerdos (que serán, insistía el informante, por rama de industria y hasta producto por producto). «La principal es que no haya costo fiscal alguno», léase si hay reducciones de alícuotas de impuestos, se deberá garantizar que la recaudación no caerá.

•Tema central

Ese fue el tema central de las conversaciones mantenidas ya con lácteos y molineros (ver nota aparte) que trataron de convencer a funcionarios de segunda línea que la reducción de la alícuota del IVA no sólo no afectará la recaudación sino que podría incluso incremen tarla.

La otra premisa básica de la posible reducción de precios de productos básicos será la no suba de las retenciones a las exportaciones. Esta era una de las posibilidades que se habían barajado hasta hoy inclusive, como una forma de alentar la colocación en el mercado interno de bienes exportables.

Pero lo cierto es que la enorme diferencia entre lo que se proyectaba como índice de suba de precios minoristas (que superaban 1%) contra lo que terminó siendo la cifra real ( 0,2% y deflación en precios mayoristas) seguramente hará mucho más pausado el ritmo de las decisiones a tomar. En este sentido el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, descartó ayer que el gobierno analice mecanismos para frenar los aumentos en precios de la canasta básica de los últimos días, a los que atribuyó factores estacionales, y admitió que el análisis del tema se centra sólo para los incrementos de los productos que afectan a «los que menos tienen». Y justificó la cancelación de la reunión de ayer en el hecho de que las discusiones requieren un «trabajo técnico previo» antes que a nivel inter-ministerial.