En el epicentro de la agenda financiera que fluye este viernes en Nueva York, el presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, se reunían con un grupo selecto de inversores y representantes de empresas, en un periplo que busca consolidar el apoyo estadounidense a la economía argentina.
Salvataje de EEUU: con el swap inactivo, Scott Bessent se encamina a garantizar el crédito del J.P. Morgan y otros bancos
Mientras el Gobierno está en Nueva York, el banco estadounidense presiona al Secretario del Tesoro. Un anuncio técnico de Bessent pareciera prepararse para el respaldo del préstamo.
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Salvataje de EEUU: indicios en el BCRA apuntan a que Bessent desarmó posición en pesos, ¿se activó el swap?
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Milei y los bancos están listos para el rescate, pero esperan el aval de Bessent para no chocar con el FMI
Scott Bessent prepara el terreno para garantizar el préstamo a Javier Milei.
Estos encuentros se inscriben en el seguimiento de acuerdos alcanzados en octubre en Washington, incluyendo el swap bilateral de monedas por u$s20.000 millones entre el Departamento del Tesoro y el Banco Central de la República Argentina (BCRA), anunciado el 20 de octubre por el secretario Scott Bessent. Según datos aportados por una fuente del Tesoro, ese swap aún permanece sin activarse, a la espera de una firma del tratado comercial entre ambos países.
Sin embargo, en las últimas horas, tomó velocidad una hipótesis. El Tesoro de EEUU se prepara para salir de garante ante el préstamo que Wall Street aceptó destinar al gobierno argentino, a fuerza de intensas recomendaciones en los directorios de las distintas entidades financieras.
Hay un dato que debe sopesarse. La Quarterly Refunding Statement (Declaración Trimestral de Reembolso), emitida hace apenas algunas horas por Brian Smith, subsecretario adjunto de Finanzas Federales del Departamento del Tesoro de EEUU, detalla un plan integral de refinanciamiento de la deuda pública que incluye la emisión de u$s125.000 millones en valores del Tesoro para cubrir el vencimiento de aproximadamente u$s98.200 millones en títulos en manos privadas el 15 de noviembre.
El detalle que no debe pasar desapercibido es que este recambio de deuda generaría un aumento neto de caja de unos u$s26.800 millones para el Tesoro de mano de inversores privados.
Inyectar liquidez para facilitar las garantías a los bancos
Específicamente, en el ámbito de las recompras (buybacks), el Tesoro anticipa adquirir hasta u$s38.000 millones en títulos off-the-run –es decir, valores del Tesoro más antiguos y menos líquidos que no son los más recientemente emitidos (on-the-run), los cuales suelen negociarse con mayor volumen y menor spread en el mercado secundario– distribuidos en diversos tramos y buckets de madurez para respaldar la liquidez general del mercado.
Esto implica operaciones específicas por u$s13.000 millones (cupones nominales de 10 a 20 años y de 20 a 30 años e intervenciones en TIPS (Treasury Inflation-Protected Securities). Adicionalmente, se prevé hasta u$s25.000 millones en el bucket de 1 mes a 2 años exclusivamente para fines de gestión de efectivo (cash management.
Técnicamente, estas recompras inyectan liquidez al retirar securities menos demandados del mercado secundario, aliviando la presión sobre los balances "sheets" de los "primary dealers" (como J.P. Morgan y Citigroup), mejorando la profundidad y eficiencia del mercado de Treasuries –que maneja billones en transacciones diarias–, y facilitando un refinanciamiento más fluido.
Para los especialistas, un anuncio de este tipo libera liquidez general en el mercado de valores del Tesoro al transferir fondos a tenedores de securities. Por ejemplo, en el Peterson Institute for International Economics, observan su potencial para respaldar operaciones financieras más amplias –incluyendo swaps bilaterales o avales implícitos– sin necesidad de involucrar al FMI en nuevos programas de asistencia, todo ello mientras el Tesoro evalúa ajustes estacionales en emisiones de bills y prueba su infraestructura de subastas de contingencia para mayor resiliencia operativa.
El swap latente y el préstamo bancario que avanza con garantías de Scott Bessent
El swap de u$s20.000 millones, formalizado tras intensas negociaciones en Washington, permite al BCRA acceder a dólares en caso de necesidades cambiarias, con énfasis en fines comerciales como defender reservas y pagar importaciones. Bessent lo describió en una entrevista con Bloomberg TV el 21 de octubre como un mecanismo para estabilizar el peso argentino, activable solo cuando sea necesario, y confirmó que ya se emitieron mensajes Swift a través de la Fed de Nueva York.
Paralelamente, bancos como J.P. Morgan, Citigroup, Bank of America y Goldman Sachs mantienen conversaciones avanzadas para un préstamo adicional de hasta u$s20.000 millones, según reportes de octubre en Semafor y Reuters. Sin embargo, estos gigantes de Wall Street han sido vocales en su reclamo de garantías sólidas ante el elevado riesgo soberano argentino –calificado como especulativo por agencias como Moody's y S&P–, insistiendo en que no desembolsarán fondos sin un backstop que mitigue posibles incumplimientos o devaluaciones abruptas del peso.
Fuentes cercanas a las negociaciones revelan que los bancos han pausado las discusiones finales hasta obtener compromisos formales, con demandas que incluyen colateral en activos argentinos o avales externos para cubrir hasta el 50% del préstamo en caso de default.
En este escenario, el Departamento del Tesoro de EEUU emerge como el candidato principal para proporcionar esas garantías, explorando opciones como "backstops" implícitos a través de sus herramientas de liquidez, lo que podría vincularse directamente con la reciente búsqueda de efectivo detallada en la Quarterly Refunding Statement: las recompras de hasta u$s63.000 millones en total (combinando off-the-run y cash management) liberan fondos frescos que podrían destinarse a securities del Tesoro como aval, permitiendo a los bancos colateralizar el préstamo sin exponer sus propios balances al riesgo emergente.
Los bancos no quieren activos argentinos de garantía, por eso aparece Scott Bessent
Fuentes del sector financiero indican que el Exchange Stabilization Fund (ESF), con activos superiores a u$s280.000 millones incluyendo divisas, oro y Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, podría actuar como aval flexible sin requerir aprobación del congreso estadounidense, moviendo securities a la System Open Market Account (SOMA) de la Fed para colateralizar operaciones y alineándose con la estrategia de gestión de caja del Tesoro para optimizar flujos en un entorno de tensiones fiscales.
El ESF, creado en 1934 para estabilizar el dólar, no presta directamente pero respalda intervenciones cambiarias.
Además, hay otro detalle no menor. J.P. Morgan, Citi y Goldman son accionistas clave de la Fed de Nueva York (con alrededor del 18% combinado del capital) acaso la más poderosa de todo el sistema y que cuenta por el 90% de las transacciones que hace la Fed y procesa estos flujos desde su sede en 33 Liberty Street, incluyendo custodia de reservas y bonos argentinos.
Esta intersección genera críticas: la senadora Elizabeth Warren ha cuestionado en octubre el uso de fondos públicos para respaldar préstamos privados a Argentina, tildándolo de subsidio a bancos durante el shutdown gubernamental.
Jamie Dimon, CEO de J.P. Morgan, declaró en una entrevista con Reuters que el préstamo de u$s20.000 millones "puede que no sea necesario" gracias a las reformas de Milei, que han reducido la inflación y pueden atraer hasta u$s100.000 millones en capital extranjero potencial.
Sin embargo, la operación anunciada por el Tesoro evidencia otra dinámica. Las entidades no quieren tomar activos argentinos como respaldo y el ESF de Bessent emerge como un garante en las sombras.




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