6 de noviembre 2025 - 18:53

Economía estira plazos de la deuda en pesos: ¿paso previo para iniciar la compra de reservas?

Vladimir Werning, el vicepresidente del BCRA, dio a entender eso en una reciente presentación. La economista Marína Dal Poggetto considera que el pase de deuda al Tesoro no resolvió la acumulación de compromisos.

En 2026 el BCRA va a comprar reservas internacionales y el Tesoro prepara el terreno.

En 2026 el BCRA va a comprar reservas internacionales y el Tesoro prepara el terreno.

Mariano Fuchila

La Argentina debería cerrar el 2025 con un nivel de reservas internacionales netas del orden de los u$s3.500 millones negativos, según la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, al cierre de octubre, ese indicador se ubicaba entre u$s10.100 y u$s11.000 millones negativos.

Es decir, el Gobierno está lejos de la meta a la que se comprometió con el Fondo en julio de este año, cuando se reformuló el programa de abril también por no haber acumulado las reservas que le reclamó el organismo para prestarle u$s20.000 millones.

Ahora, habría algunas señales de que el Banco Central podría estar dispuesto a iniciar la compra de dólares sin que haya esterilización de pesos, es decir, sin que la autoridad monetaria o el Tesoro emitan letras para evitar que los pesos emitidos se vayan al dólar. En otras palabras, sería una monetización real de la economía, en todo caso, por aumento de la demanda de dinero.

Por lo menos, esa es la mirada de la titular de EcoGo, Marina Dal Poggetto. “En una presentación del vicepresidente del BCRA, él plantea esta disyuntiva acuñando un nuevo nombre “inside money” (stocks de deuda en pesos) y “outside money” (compra de reservas)”, señala la economista, al referirse a una presentación de Vladimir Werning de octubre.

El funcionario presentó un documento en Washington denominado “De la estabilización y transición a la remonetización”. Allí el funcionario plantea que como una tercera etapa del plan, la idea es comprar reservas internacionales sin emitir deuda para retirar los pesos del mercado. Hasta ahora ha sido la excusa de economistas que defienden al Gobierno como la de algunos funcionarios que plantean que si hubiera que comprar reservas habría que emitir dinero, y eso provocaría inflación. En el documento del vicepresidente del BCRA ese momento es 2026.

La titular de EcoGo sostiene en ese sentido que “por primera vez en mucho tiempo, alguien del equipo económico sostiene la necesidad de remonetizar la economía comprando dólares sin esterilizar, lo cual requiere empezar a refinanciar la deuda de pesos a plazos más largo”.

El Tesoro alarga los plazos

De hecho, es lo que ocurrió en la última licitación de bonos que llevó a cabo el Tesoro este miércoles, donde se comenzó a pasar deuda a agosto del 2026 y hasta marzo y abril del 2027. Las estimaciones privadas indican que en diciembre hay cerca de $40 billones en vencimiento y en enero unos $25 billones.

En lo que fue la primera licitación como secretario de Finanzas, Alejandro Lew, captó $8,5 billones lo que representó un rollover del 111%. De ello, solo $2,2 billones se renovaron para febrero del 2026. El resto se fue pasando de agosto en adelante.

Dal Prggetto considera que “la enorme concentración de los vencimientos de la deuda de pesos sigue siendo el talón de Aquiles del programa”.

“Si bien este problema fue heredado, la limpieza del balance del BCRA pasando deuda del BCRA al Tesoro nunca terminó por resolverlo”, dice en una nota para el IAE, la escuela de negocios de la Universidad Austral. Señala que “la disyuntiva del programa entre tasa de interés y tipo de cambio sin cepo, que obviamente tiene menos presión frente al resultado electoral y la descompresión del mercado de bonos en dólares, se sostiene”.

En otras palabras, el equipo económico debería renovar los vencimientos en pesos de los meses siguientes, y pasarlos para plazos más largos, con la idea de que al comprar dólares para las reservas quede un espacio para que no sea necesario esterilizar pesos y que estos generen inflación o corran hacia el dólar.

El planteo de Werning

Werning sostuvo en las últimas semanas que la demanda de pesos continúa deprimida, como consecuencia del mayor apetito dolarizador previo a las elecciones. Sin embargo, consideró que, a medida que la actividad económica se reactive, en 2026 podría retomarse la acumulación de reservas sin necesidad de esterilizar la liquidez que se genere.

La presentación oficial detalla precisamente cómo planea el Gobierno reinyectar pesos en la economía, tras haber dejado atrás la emisión monetaria para financiar el déficit -una práctica habitual durante la gestión anterior-. Esto obliga a ajustar el “dinero interno tradicional”, es decir, los mecanismos de expansión vinculados al presupuesto, que hoy se encuentra equilibrado.

En cuanto al “dinero alternativo”, asociado a la reducción de la deuda en pesos o al llamado “punto Anker”, el informe concluye que esa vía ya está agotada.

“De aquí en adelante, el dinero externo -las compras de reservas- será una fuente clave de financiamiento para acompañar el crecimiento de la demanda de dinero”, explica el documento, al señalar que la programación monetaria buscará calibrar la proporción entre dinero interno y externo necesaria para una remonetización proyectada en moneda nacional. En ese sentido, el texto subraya que las compras de reservas no esterilizadas podrían convertirse en el principal mecanismo de expansión monetaria.

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