24 de octubre 2006 - 00:00

Se deteriora ya la política de precios impulsada por Moreno

• Prepagas deciden por su cuenta aumentar 23% • Guillermo Moreno anunció que, si las petroleras no abastecen gasoil, «tendrán que atenerse a las consecuencias» • ¿Habrá cierres, cárcel para los que no cumplan? • Hay tensión con Shell y preocupación con Petrobras • Al mismo tiempo que amenaza, el funcionario invita a las empresas a invertir en una refinería en el Golfo de San Jorge por 500 millones de dólares • Pero, hasta ahora, nadie conoce el proyecto de la obra • En el campo, mientras, productores acopian por las dudas a precios más altos que los fijados por el gobierno • Las empresas de alimentos, que ayer estuvieron con Miceli, prometen acuerdo para 2007, pero se niegan a firmar compromisos o a dar lista de productos • La ministra trata hoy de negociar con el campo, en pie de guerra, por limitaciones de precios a pan y carne.

Guillermo Moreno
Guillermo Moreno
Hasta ayer, la mayoría de las empresas de medicinaprepaga comenzaron a notificar a sus afiliados, vía carta, el incremento en las cuotas que regirá a partir de enero de 2007, alza que rondará 23% promedio. Así lo confirmaron los máximos representantes del sector nucleados en la Asociación de Entidades de Medicina Prepaga (ADEMP) y la Cámara de Instituciones Médico Asistenciales de la Argentina (CIMARA), quienes sostuvieron que con «este ajuste se absorberá el aumento salarial de la paritaria que debe aún cerrarse más los incrementos de los aranceles pagados a las clínicas, sanatorios y laboratorios». Respecto de la paritaria con el gremio de la Sanidad, los empresarios manifestaron no esperar ninguna sorpresa y que se acuerde un incremento de 19% desde diciembre.

Claudio Belocopitt, que comanda Swiss Medical Group, aclaró: «El aumento que las prepagas están informando a sus afiliados no tiene marcha atrás ni depende de medidas que tome el gobierno; es el mínimo incremento para sostener el 2007».

Por su parte, Hugo Magonza, de CEMIC, sostuvo que para recuperar el equilibrio económico de 2005 sería necesario un aumento de 28% promedio en las cuotas del sector. Lo curioso es que al ser consultados sobre el nivel de rentabilidad de las prepagas del año pasado, los empresarios manifestaron que ésta fue nula.

  • Topes

  • En el marco de los reclamos de los prestadores por la actualización de los aranceles, Belocopitt afirmó que «el aumento tope para clínicas y sanatorios a partir de 2007 es 25%». Cabe señalar que el sector prestador esgrime un retraso en los aranceles de 50% promedio y exige ahora un ajuste de 30% a partir de noviembre.

    «Nosotros entendemos que los pedidos de los prestadores son justos», reconoció Jorge Aufiero de Medicus, quien destacó que el sector no sólo no tiene ningún subsidio, sino que encima está gravado con impuestos como el IVA y el del cheque (como la mayoría de los sectores), lo que no ocurre en otras parte del mundo.

    De acuerdo con datos de los prestadores, el desfase entre los aranceles vigentes y el costo real llega a superar 100% en algunas prácticas. Por ejemplo, explican que el valor real de un parto por cesárea es de $ 1.800 promedio y el arancelado de $ 1.100; una cirugía cardiovascular ronda los $ 19.000 y por arancel se cobra $ 10.000, mientras que un módulo de internación diaria cuesta $ 513 y se paga $ 290, y un módulo de terapia por día orilla los $ 1.111 y por arancel se paga $ 520. Se estima que el sector prestador acumula una deuda previsional de $ 1.800 millones producto de la emergencia sanitaria que vence a fin de año, y que la moratoria ofrecida por el gobierno es impagable.

    En su cruzada frente al secretario de Comercio, Guillermo Moreno, las prepagas esgrimen que sus cuotas no son inflacionarias. Sostienen que mientras el índice de precios al consumidor (IPC) creció 84% desde la salida de la convertibilidad, el costo de la atención médica aumentó 70%.

    «Debe tenerse en cuenta que la participación del gasto en salud en el IPC es de 10%, pero el rubro sistemas de salud ( prepagas) sólo es 3,9%», señaló Magonza, quien ilustró que «si las prepagas no hubieran aumentado las cuotas desde el 2001, la inflación en lugar de ser 84% hubiera sido 81,3%».

    A pesar de la decisión de haber comenzado a enviar las cartas informando los aumentos, parecería que aún existe una instancia de negociación con el gobierno, sobre todo tras los dichos de ayer de Guillermo Moreno. Ocurre que según la normativa vigente, las prepagas deben informar con 60 días de anticipación la aplicación de aumentos, plazo que se vencería a fin de mes. En una reunión con Moreno hasta se habló de flexibilizar este plazo.

    En tal sentido, algunos ejecutivos de CIMARA y ADEMP señalaron que el gobierno podría disponer medidas para mejorar la situación del sector de la salud. Mencionaron, por ejemplo, que los prestadores puedan usar el saldo de IVA como pago a cuenta de cargas sociales, la eliminación del impuesto al cheque, transparentar y limitar las prestaciones del Plan Médico Obligatorio, y la implementación de copagos a cargo de los pacientes.

    De todos modos, Moreno, en aras de negociar, les recordó en la última reunión la posibilidad de aplicar la Ley de Abastecimiento también a los servicios.

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