17 de mayo 2006 - 00:00

Se sabe cómo gana Chávez con Boden 12

Hugo Chávez sueña permanentemente con «alianzas» que personalmente lo encumbren. Armó una con Cuba de Castro y Bolivia de Evo Morales. Con eje siempre en Venezuela también quiere otra con Brasil y la Argentina. En estos días se paseó por Londres para captar ingleses, de ahí saltó a Argelia y hace poco estuvo en Irán aprobando su programa nuclear. ¿Hasta dónde querrá llegar con el apoyo de sus petrodólares? La novedad ahora en un artículo de Abel Viglione con detalles de cómo compra y vende BODEN 12 el presidente de Venezuela con fabulosas ganancias. El sólo puede obtenerlas porque Venenzuela hoy tiene un dólar de cotización oficial y otro paralelo de cotización libre. La tesorería venezolana compra los BODEN 12 con el dólar oficial y se los vende para reservas a los bancos al precio del paralelo. No es serio ni copiable el método, propio sólo de países en desarrollo imprevistamente llenos de dinero por las circunstancias internacionales. Como la Argentina.

Se sabe cómo gana Chávez con Boden 12
Con la última compra, el teniente coronel Hugo Chávez ha adquirido más de u$s 2.500 millones en bonos argentinos desde principios de 2005, monto nada despreciable para el financiamiento del gobierno argentino. El 88% de lo adquirido corresponde a BODEN 12 y, 12% restante, a BODEN 15.

Las compras las realiza a través del Ministerio de Finanzas de Venezuela, el cual declara «tener por objeto crear un mercado secundario de instrumentos de deuda latinoamericana sin afectar los precios del mercado internacional de los instrumentos adquiridos».

La primera pregunta es: ¿Compra BODEN para atesorarlos? Claramente no.

Compra bonos que luego vende al sector privado venezolano, a un grupo (28) de las instituciones financieras inscriptas en el Registro del Ministerio de Finanzas para operaciones con títulos. De los u$s 2.229 millones de BODEN 12 adquiridos ha vendido u$s 1.468 millones al sector privado, manteniendo en cartera u$s 761 millones, considerando los adquiridos en los últimos días, que no será por mucho tiempo.

  • Interrogantes

    Las preguntas son: ¿Obtiene ganancias de ello? ¿De dónde proviene esa ganancia? ¿Qué operatoria está haciendo el gobierno con esos bonos? ¿Por qué los adquiere el sector privado venezolano?

    Venezuela tiene control de cambios, lo que imposibilita al sector privado de hacerse de los dólares deseados libremente. El control de cambios, viejo conocido de la Argentina, genera una brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo en ese país (actualmente de 18%), y una forma de venderle dólares «paralelos» al sector privado es transferirle los mismos vía bonos argentinos. Ello es similar a la vieja operatoria local con los BONEX.

    El sector privado compra los bonos en bolívares, los vende en el mercado y se hace de los dólares. El tipo de cambio resultante dependerá de la diferencia entre el precio al cual compró y vendió el BODEN 12. Por lo tanto, el gobierno venezolano arbitra la diferencia entre el tipo de cambio oficial y el paralelo.

    Primera conclusión: si no existiera control de cambios en Venezuela nunca Chávez nos habría comprado ese exorbitante monto en BODEN. ¿Qué ganancia le ha permitido esta operatoria? Según la publicación de abril pasado del Ministerio de Finanzas la operatoria del BODEN 12 «ha devenido en ganancias de u$s 119 millones» por la intermediación en la venta de los títulos.

    Sin embargo, un cálculo simple muestra que la ganancia sería más del doble de lo declarado. La cartera de Finanzas compra bonos al tipo de cambio oficial y los vende al tipo de cambio paralelo; asumiendo que el precio del bono no varió y que los mismos no devengaron interés (los precios de los papeles subieron y devengaron interés, por lo tanto el cálculo realizado subestima la ganancia), esta operatoria le habría reportado una ganancia de u$s 269 millones.

    Pregunta: ¿dónde está la diferencia de u$s 150 millones? O quedó en manos del sistema financiero si compró los bonos por debajo del tipo de cambio paralelo, o quedó en manos del gobierno y se «esfumó» por arte de magia. En cualquiera de los dos casos es claro que no hubo transparencia en la operatoria, ya sea en el proceso directo de adjudicación (no se realiza a través de subastas) o el de corrupción de algún(os) funcionario(s) político(s).

    Segunda conclusión: el resultado de la operatoria ha sido rentable (más de 18% anual sobre capital) para quien se apropió los u$s 150 millones, no para el pueblo de Venezuela. Ello determina que Chávez seguirá intermediando con bonos argentinos y el Tesoro de nuestro país mantendrá abierta esta fuente de financiamiento.

    En el gráfico se reflejan las compras y ventas que hizo Hugo Chávez de títulos argentinos y las cotizaciones respectivas. Obsérvese que la caída de cotización del BODEN a mediados de 2005 es por pago de amortización. La ganancia del venezolano igual llega por otra vía a la de la cotización.
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