24 de septiembre 2008 - 00:00

Se traba salvataje en EE.UU. y caen más los mercados. Ya afecta al país

El mundo financiero está pendiente de que el Congreso de EE.UU. apruebe el paquete de rescate por u$s 700.000 millones a bancos. Pareciera estar en presencia de fenómenos estrictamente argentinos, pero queda claro que es un fenómeno universal y no reciente. Legisladores de EE.UU. en el último tramo de la campaña presidencial ponen trabas al proyecto aprovechando urgencia de Bush, estiran tratamiento para mantenerse en el centro de la escena mediática y piden subsidios a cambio de aprobación. Del otro lado del mostrador, los mercados, de la mano del gobierno, presionan: llueven órdenes de venta, se derrumban precios y dejan sin margen de acción al Congreso. Ayer el Dow Jones retrocedió 1,5%. La Argentina, el mercado de mejor comportamiento el lunes, sucumbió a este virus de las hipotecas una vez más. Compleja situación porque, por más avances que se hagan con bonistas, cuanto suceda con la primera potencia del mundo barre con todo. Basta mirar a Brasil, que ayer volvió a presenciar una caída de casi 4% de las acciones en San Pablo. El dólar contra el real trepó otro 2,2%, a 1,83. En la Argentina, el impacto es menor, pero por el aislamiento previo que existía en lo financiero, algo de lo que no habría que vanagloriarse. Igual riesgo-país sube. El final se mantiene abierto.

Ayer, el titular de la Fed,Ben Bernanke, y elsecretario del Tesoro,Henry Paulson, eranrecibidos por el senadorRichard Shelby en elComité Bancario delSenado. La visita de losfuncionarios no estuvoexenta de protestas contrael salvataje a los bancosde Wall Street.
Ayer, el titular de la Fed, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, eran recibidos por el senador Richard Shelby en el Comité Bancario del Senado. La visita de los funcionarios no estuvo exenta de protestas contra el salvataje a los bancos de Wall Street.
Washington (DPA, Reuters) - El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, urgieron ayer al Congreso de EE.UU. a que actúe «cuanto antes» y apruebe el gasto de u$s 700.000 millones para rescatar la economía de la crisis. Sin embargo, pese a que las negociaciones entre el Capitolio y la Casa Blanca evolucionan, los congresistas decidieron pasar factura al Ejecutivo y a Wall Street.

La sensación generalizada es que el plan será aprobado pero con algunas cláusulas que permitan al Congreso controlar la megaoperación. La frase más repetida ayer en el Capitolio fue: «No le vamos a dar al gobierno un cheque en blanco».

Paulson y Bernanke se esforzaron por demostrar la urgencia de la medida, aunque fueron muy cautos ante unos senadores que deben aprobar sus medidas. El secretario del Tesoro, que durante siete años fue director general de Goldman Sachs, se mostró más explícito a la hora de manifestar su empatía con los contribuyentes que ahora tienen que pagar el salvamento de las entidades financieras.

  • Embarazoso

  • «Comparto la indignación que tiene la gente. Es embarazoso ver esto, y creo que lo es para Estados Unidos», afirmó Paulson. Además, agregó ante el Comité Bancario que la crisis «amenaza el bienestar financiero de las familias estadounidenses, la viabilidad de los negocios, pequeños y grandes, y la misma salud» de la economía del país.

    Reconoció también que inyectar dinero público en el sistemaeconómico está lejos de lo ideal, pero aseguró que los beneficios son muy superiores a los perjuicios. «Estoy convencido de que este enfoque directo les costará a las familias estadounidenses mucho menos que la alternativa, una serie de fracasos de instituciones financieras y mercados con el crédito congelado incapaces de financiar sus necesidades diarias y la expansión económica», agregó.

    A su lado, Bernanke manifestó su pleno apoyo al plan del gobierno. «La Reserva Federal-apoya la propuesta del Tesoro para comprar activos no líquidos de las instituciones financieras. Comprar los activos en problemas creará liquidez y promocionará la competencia de precios en los mercados, al mismo tiempo que reducirá la incertidumbre de los inversores sobre el valor actual y las perspectivas de las instituciones financieras».

    Paulson y Bernanke reconocieron también que la medida es excepcional, y que se requerirá además un análisis de por qué se produjo la crisis y habrá que poner las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir. Sin embargo, ambos argumentaron que eso requerirá mucho tiempo, y la crisis requiere medidas inmediatas.

    Ambos funcionarios van a comparecer hoy ante la Cámara de Representantes, cuya aprobación también es necesaria para que el plan, cuyas siglas son TARP ( Programa de salvamento de los bienes en problemas) salga adelante. La administración Bush pretende que el Congreso acelere excepcionalmente sus trámites, y el plan esté aprobado hacia el final de la semana.

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