2 de agosto 2022 - 18:09

Otro desafío: Sergio Massa asume con una actividad que se estancó en los últimos meses

La falta de dólares, con las posteriores restricciones a las importaciones y la inestabilidad financiera, son algunos de los factores que contribuyeron a "enfriar" la economía.

produccion industrial.jpg
Foto NA

Sergio Massa asume formalmente como “superministro” este miércoles con muchos frentes abiertos. En uno de ellos, podría decirse que confluyen algunos de los desequilibrios que se buscarán reencausar: la actividad económica. Según el último dato oficial, el EMAE registró en mayo un incremento de 0,3% frente a abril en la medición desestacionalizada. Se estima que, en los meses siguientes, este indicador tenderá a estancarse: de hecho, se plantea un escenario “difícil” para julio y agosto. Las restricciones a las importaciones por la falta de dólares, la inflación y la inestabilidad financiera provocaron un “enfriamiento” de la economía, según detallaron distintos analistas consultados.

De los anuncios y medidas que se conozcan a partir de ahora, dependerá la evolución de la actividad en los próximos meses. Aunque, coinciden los economistas, la falta de divisas supondrá un techo para un crecimiento sostenido (al menos en el corto plazo).

“Creo que junio, pero sobre todo julio y agosto, son meses muy difíciles en materia de actividad, porque impacta de lleno el cepo a las importaciones”, resumió a Ámbito Lorenzo Sigaut Gravina, economista de la consultora Equilibra, quien detalló: “Las empresas tienen cierto stock de mercadería y pueden seguir produciendo, pero llega a un punto en que, si no vuelven a reabastecerse de insumos importados, todo empieza a complicarse”.

“Luego del leve crecimiento de mayo, probablemente en junio en términos desestacionalizados el nivel de actividad haya sido relativamente estable, y creo que en julio y agosto se va a acusar un golpe fuerte. Además, la inflación fue muy alta en julio y ninguna paritaria preveía refuerzos fuertes para ese mes”, remarcó Sigaut Gravina.

En junio y julio se notó que la actividad no se puede mantener porque básicamente no hay dólares para importar lo que hace falta para mantener, justamente, esa actividad. Entonces, eso gatilló una aceleración inflacionaria. Pero la cuestión de base es que no hay dólares. Es inevitable que la economía se desacelere por este factor”, señaló por su parte el economista Jorge Neyro, quien detalló: “El origen de la desaceleración de la actividad es la falta de dólares y eso es algo que se va a mantener, al menos, en el corto plazo. Entonces, es muy difícil que la actividad muestre buenos números en junio, julio y agosto”.

“En lo que va del año, se observa una dinámica un tanto errática. La actividad se encuentra medio punto arriba respeto de diciembre de 2021: ayuda el magro piso estadístico del año pasado, para que en cualquiera de los escenarios tengamos un crecimiento del PBI consolidado en 2022. Pero, obviamente, lo ideal sería seguir mostrando durante el año una dinámica productiva en aceleración”, señaló por su parte Sergio Chouza, director de la consultora Sarandí.

De todas formas, el economista explicó que una posible aceleración en el crecimiento “hoy está en jaque, sobre todo por la inestabilidad financiera”. “El principal determinante que está generando rigidez y puede frenar el rumbo de crecimiento, es la situación de inestabilidad financiera. Que, más allá de una desconfianza crónica del mercado con este Gobierno, tiene un basamento objetivo que es que se quedó sin dólares sobre mitad de junio”, explicó Chouza.

“En ese contexto, los cambios políticos son un ancla positiva de expectativas. Además de que la peor parte del año (junio y julio) ya pasó y de acá a algunas semanas se van a ver números un poco más equilibrados en materia de reservas”, agregó el economista de la consultora Sarandí, quien de todas formas aclaró que la situación en cuanto a las importaciones no se normalizará de un día para otro, “pero gradualmente se va a poder ir destrabando”. “Creo que el canal que más puede ponerle un techo a la continuidad del crecimiento es la disponibilidad de divisas y no tanto la decisión que se tome con algunas variables macro que hagan a la estabilización nominal de la economía: por ejemplo, la tasa de interés", señaló.

Lo que viene

Para el economista jefe de la FIDE Nicolás Zeolla, aún es pronto para analizar lo que pueda ocurrir hacia adelante con la economía porque “aún no está claro cuál será la hoja de ruta que seguirá el Gobierno” a partir de la asunción de Massa. “En el caso de la actividad, creo que las líneas fundamentales no cambian, porque básicamente hay un aspecto relacionado con la política de administración de importaciones del Banco Central que va a tener un impacto en la ralentización de la actividad”, señaló, al plantear el escenario actual.

“Las posibles medidas que anuncie Massa podrían tener un impacto positivo si ayudaran a relajar el cepo importador. Porque cualquier tipo de devaluación en cuotas o mayor tipo de cambio a algún sector productivo, por ejemplo, va a contribuir a reforzar las reservas, pero si el cepo importador no se relaja, no tendrá efecto en la actividad. Más allá de que haya una menor incertidumbre sobre una posible devaluación, hay que ver qué ocurre con el cepo”, agregó Neyro.

En la misma línea, Sigaut Gravina concluyó: “Hacia adelante, hay que esperar las medidas que anuncie el nuevo ministro para pensar cómo sigue la película: pero hay una realidad que es que, si las empresas siguen con restricciones para acceder a los insumos productivos importados, el nivel de actividad y la inflación van a ir en direcciones contrarias a las deseadas. Es decir, la actividad va a bajar y la inflación va a subir. Hay mucha escasez de divisas y si no se consiguen, es muy difícil aflojar el cepo a las importaciones, entonces la actividad no va a poder volver a crecer e incluso puede seguir descendiendo si hay que seguir reforzando el cepo a las importaciones en la medida que no se acumulen reservas”.

Dejá tu comentario

Te puede interesar