Sin una estrategia, la devaluación generará más inflación

Rogelio Frigerio, presidente del Banco Ciudad.

La pérdida de valor que sufrió el peso entre el miércoles y jueves es una medida espasmódica y aislada del Gobierno nacional, ya que en Argentina no hay una estrategia ni un plan económico integral que ataque a los problemas desde sus causas. Es difícil poder vislumbrar qué piensa hacer el gobierno mañana. Como nadie explica cuál es el programa, es muy difícil entender para donde están yendo.

Si la devaluación no forma parte de un plan económico integral, las consecuencias van a ser negativas. Si no está acompañada de una estrategia para disminuir la inflación impactará negativamente sobre los precios y generará más inflación. Por ello, lamentablemente este tipo de decisiones las terminan pagando los trabajadores.

Llama la atención que la devaluación argentina, que es de las más altas del mundo ( 60% interanual), ocurre después de que la presidente, Cristina de Kirchner, planteó que habría que esperar a otro Gobierno para tener una devaluación. Mientras que en los países vecinos de la región se observa una revaluación de sus monedas nacionales, en Argentina el peso vale cada día menos.

La idea de la devaluación surge desde el Poder Ejecutivo porque se dan cuenta que no pueden disminuir la brecha entre el dólar blue y el oficial. Por eso ahora intentan achicar la diferencia y perder menos reservas con una suba de la divisa oficial.

Si no recuperamos la confianza y disminuimos las expectativas inflacionarias, aparecen las consecuencias no deseadas, como una mayor inflación.

En lo inmediato pareciera que el Banco Central va a seguir con esta medida de devaluar y saldrá a vender menos dólares en el mercado para no perder reservas y para que la brecha no siga creciendo. Las escaladas de los últimos días ocurrieron cuando la autoridad monetaria se retiró del mercado. Erróneamente, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, plantea que la devaluación no está impulsada por el Gobierno, cuando realmente sí lo hacen al no defender el valor de la moneda nacional.