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A orillas del lago Michigan
De esta manera, miles de ciclistas circulan por los más de 200 km de carriles exclusivos que existen a lo largo de las principales calles y avenidas de la ciudad, permitiendo el acceso al centro desde casi cualquier barrio suburbano. Pero la bicisenda del lago Michigan, que recorre en 40 km el espejo de agua turquesa, y conduce al ciclista de manera segura hacia los principales lugares de interés, es sin duda el punto más atractivo para el turista que busca conocer la ciudad como un «chicagoan».
En Chicago, hay numerosas casas de alquiler y venta de bicicletas que ofrecen distintas opciones para todos los bolsillos. Además, hay estacionamiento para bicicletas en cada esquina, y los micros, trenes y subtes están acondicionados para transportarlas si se quiere recorrer lugares más lejanos. El Gobierno de esta ciudad fomenta el uso de bicicletas entre residentes y turistas, para lo cual diseñó recorridos seguros que están muy bien señalizados. También organiza eventos gratuitos y ofrece numerosos mapas y recomendaciones de seguridad que se pueden descargar del sitio web: www.bikechicago.us
* Enviada Especial
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