Los bonos soberanos en dólares profundizaron la tendencia bajista en las últimas jornadas, acumulando bajas promedio del 15% en septiembre. Las acciones operaron con fuerte volatilidad y el índice S&P Merval cayó 13,9% en pesos y 18,2% en dólares el mes pasado. Ocurrió en un contexto local de fuerte incertidumbre por el rumbo electoral, la debilidad de las reservas en dólares y el impacto de la devaluación en los precios.
Bonos y acciones: analistas evalúan dónde hay potencial alcista tras las elecciones
Especialistas destacan que la continuidad de los activos financieros dependerá de quién sea electo presidente, el plan que presente, las perspectivas de ingreso de dólares y cómo continúe el contexto financiero global.
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Asimismo, el escenario internacional fue adverso para los activos emergentes ante expectativas de que la Reserva Federal mantenga alta las tasas durante más tiempo. En ese marco, analistas consultados por Ámbito destacan que en el cuarto trimestre la volatilidad se profundizará como consecuencia de estos factores y que una mayor estabilidad para los activos financieros estará atada a la lectura del mercado sobre quién sea electo presidente, los planes económicos que presente y las estimaciones de ingreso de dólares del agro en 2024.
Desde Grupo IEB trazaron el panorama que avizoran para las acciones: “A falta de drivers genuinos en la mayoría de sectores y un contexto macroeconómico favorable que impulse la rentabilidad de las compañías argentinas, creemos que los próximos movimientos que pueda mostrar el índice vendrán fundamentados por la búsqueda de cobertura ante un contexto político incierto. Si bien los múltiplos de valuación P/E y P/BV del S&P Merval continúan comprimiendo luego de alcanzar niveles máximos impulsado por la devaluación del TC Oficial, aún se encuentran en niveles que creemos elevados dadas las perspectivas futuras para las empresas que lo componen. En el corto plazo, y de cara a las elecciones generales, creemos que la demanda por cobertura irá en aumento, lo que podría impulsar nuevas subas en el S&P Merval”.
En relación a los bonos en dólares, Gustavo Basaldúa, consultor financiero en Quaestus Advisory, señaló: “El nivel actual de u$s30-u$s33 es un nivel que pueden mantener, aunque pueden sufrir un poco en caso de incumplimiento de contrato, pero tienen menos downside que las acciones. Una mayor recuperación dependerá de quién resulte electo presidente, el plan que proponga y que sea creíble y, por otro lado, las perspectivas del ingreso de dólares por el agro en 2024, el principal generador de divisas para el país. Será clave conocer si el año próximo se podrán recuperar los u$s20.000 millones que se perdieron este año por la sequía”.
En esta línea, Santiago López Alfaro, presidente de Patente de Valores SA, destacó que “una recuperación de los bonos dependerá del conocimiento del mercado sobre el plan del próximo presidente, cuál va a ser el ajuste del mercado para lograr superávit fiscal para que se puedan pagar los cupones y si va a ampliarse la oferta de bonos por una mayor emisión de bonos con el objetivo de dolarizar, factor que haría que sigan presionados sus precios”. “Actualmente, están baratos, pero inversores nuevos no aparecen”, afirmó.
Por su parte, Lisandro Meroi, research analyst de TSA Bursátil, consideró: “Las acciones pueden ser uno de los activos que se vean beneficiados luego de las elecciones, aunque sigue dependiendo de cuál candidato logre imponerse y las mayores especificaciones que se den sobre un plan económico. Actualmente el sector energético luce como el más atractivo, con gran potencial de crecimiento a raíz de obras y nuevos desarrollos principalmente en Oil&Gas. Sin embargo, a corto plazo puede encontrarse cierta sobrevaluación sobre el Merval, en un contexto internacional desafiante, teniendo en cuenta el último mensaje de la Fed con un tono más hawkish”.
En cuanto a los bonos, Meroi destacó que “el atractivo sobre estos títulos radica en el retroceso que experimentaron, dejándolos otra vez en paridades interesantes para quien desee tomar riesgo a la espera de una recomposición y normalización de la economía”. Y completó: “Gran parte del upside que presentan algunos de estos bonos estará sujeto a las precisiones que den los equipos económicos, sobre todo a partir de 2024. Las alicaídas reservas continúan pesando sobre los análisis, por lo cual las novedades que haya en este frente pueden despejar algunas dudas, impulsando las cotizaciones”.
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