- ámbito
- Edición Impresa
Clásico: pelea de magistrados anima la interna en Casación
En 2012 Auat denunció que Cabral, juez de los tribunales de la Justicia penal ordinaria, había accedido a su despacho en la Casación en forma irregular, tesis a la que en su momento suscribió el camarista Alejandro Slokar, quien señaló discrepancias con el reglamento de la cámara, que establece que en el momento de cubrir vacantes tienen prioridad los mismos integrantes de la Casación y en segundo lugar los jueces de los tribunales orales federales. Cabral se ha defendido alegando que su llegada fue reglamentaria y que se produjo en un momento de urgencia por la cantidad de puestos vacantes.
La política anima este cruce. Mientras Cabral es el titular de la Asociación de Magistrados por la lista Bordó, crítica del kirchnerismo, Auat y Slokar son referentes de la corriente Justicia Legítima, cercana al Gobierno. Dos concepciones de la Justicia que se ven exacerbadas por el contexto en el cual oficialismo y oposición se cruzan a diario por la reforma votada por el Congreso.
Una puja que atraviesa, según como se mire, otros expedientes. La procuradora general Alejandra Gils Carbó, integrante de la mesa chica de Justicia Legítima, está siendo investigada penalmente por sus nombramientos en el Ministerio Público. En paralelo, José Martínez Sobrino, ariete de Cabral en la lista Bordó, tiene un expediente abierto en el Consejo de la Magistratura gracias a la intervención del representante del Poder Ejecutivo en el cuerpo colegiado, Hernán Ordiales.
Hasta anoche la aritmética favorecía a Cabral: salvo Slokar y Pedro David (quien en las últimas semanas pasa pocas horas en su despacho, con lo cual hay dudas sobre su presencia en el plenario), el resto de los camaristas respalda al titular del gremio de jueces. Pragmáticos, entienden que en este contexto la imagen de Cabral no puede verse distorsionada, menos aún frente a Justicia Legítima, que acaba de conformarse como asociación. El titular de la Cámara, Gustavo Hornos, impulsará una salida negociada, sin necesidad de llegar a una votación.
En caso de un giro, ya es una verdad a voces que la vacante será completada con un subrogante de la propia Casación. Ya existe un listado y lo encabeza el juez Mariano Borinsky.
La de Cabral podría no ser la única vacante. El pasado viernes se mencionó que Raúl Madueño ya hace un año envió su nota de renuncia al Ministerio de Justicia. Curioso: a pesar de ser un juez lejano a los deseos del oficialismo, este escrito todavía no fue girado a Balcarce 50.
El dato explica el cambio de ámbito de la jueza Ana María Figueroa, quien este año se movió a la Sala I, donde justamente atienden Cabral y Madueño. Si queda en soledad, su guiño adquiere peso para designar al subrogante. Escenas cotidianas para entender que las prácticas de la política han dejado su inspiración entre los jueces más encumbrados.
Dejá tu comentario