Menem logró el aplauso kirchnerista

Carlos Menem cumplió ayer con su promesa a Miguel Pichetto: entró al recinto del Senado a dar quórum y votar los pliegos de ascensos a 320 militares que el Gobierno estaba obsesionado con aprobar antes de fin de año, en especial para el caso de César Milani, nuevo segundo del Ejército.

No fue finalmente el voto decisivo en la sesión, ya que la ausencia del mendocino Rolando Bermejo obligó al kirchnerismo a presionar por la presencia, finalmente lograda, de Samuel Cabanchik, pero sí una visita imprescindible.

Menem concurrió a sólo tres sesiones durante todo el año. Desde hace dos meses, además, estaba con licencia por problemas médicos. Ayer, volvió al recinto, preocupado quizás por los 5 años de prisión que la fiscalía le pidió en la causa por contrabando de armas a Ecuador y Croacia. El ex presidente siempre suele refugiarse en los brazos oficialistas del Senado cuando se complica su situación judicial. Quizás por eso los gestos de afecto con que todo el kirchnerismo lo despidió al final de la sesión.