Sigue la escalada de saqueos en provincias

Al menos tres muertos, cientos de heridos y miles de detenidos fue el saldo de otra jornada signada por saqueos a comercios en distintos puntos del país, como consecuencia de la confusión imperante que deriva de los acuartelamientos aún activos de fuerzas policiales.

La postal de temor que se extendía en medio país derivó incluso en la parálisis de grandes ciudades, sin transporte público, cierre de bancos, comercios y suspensión de la actividad en dependencias del Estado.

Incluso, en la Ciudad de Buenos Aires comerciantes exteriorizaron su temor ante el brote de saqueos y luego de algunos intentos de robos aislados que fueron frustrados por la Policía Federal. Ante esta situación, reforzaron la seguridad en comercios de la zona sur, aunque los dueños de los locales atienden al público con persianas a medio levantar o directamente bajas. Mientras tanto, ya desde la semana pasada, patrulleros y camiones de la Infantería y Gendarmería custodian supermercados e hipermercados que fueron señalados como blanco de robos.

Los dos casos fatales que anota esta seguidilla de estallidos (el primero fue en Córdoba) ocurrieron en Concordia (ciudad de residencia del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri) y en Perico (Jujuy), en medio de saqueos que se desencadenaron luego de protestas policiales.

En tanto, en Tucumán, anoche era máxima la tensión en la periferia de la capital de la provincia, donde durante todo el día hubo ataques y robos a comercios.

Una situación similar se vivía en ciudades de Buenos Aires, como Mar del Plata, donde debido ante el acuartelamiento se registraron algunos violentos saqueos y daños a comercios, por lo que el intendente, Gustavo Puli, suspendió las clases en los colegios y recomendó a los comerciantes que no abrieran las puertas de sus locales hasta tanto se normalice la presencia policial.

En Santa Fe, la protesta se extendió a las 19 unidades regionales -había arrancado con las dos de Rosario-, que abarcan un total de 18.000 uniformados que se niegan a recibir órdenes de sus jefes (ver nota aparte). En tanto, unos 2.000 gendarmes y prefectos custodian las ciudades más conflictivas, entre ellas Rosario y la capital provincial.

El enrarecido panorama mostraba en la medianoche de ayer postales de temor y amenazas de saqueos en distintas localidades de ciudades como San Martín de los Andes (Neuquén), El Bolsón (Río Negro), Godoy Cruz, Guaymallén y Mendoza capital, Resistencia y Barranqueras (Chaco), San Pedro (Jujuy), Paraná (Entre Rïos), y Puerto Madryn y Trelew (Chubut), entre otros.

En Concordia, la situación esta madrugada comenzaba a descomprimirse la espera de un acuerdo entre el Gobierno y los policías, que se demoraba por la resistencia de los rebeldes a aceptar la propuesta de aumento ofrecida por el Gobierno. El propio Urribarri buscó incesantemente llevar tranquilidad a la población durante todo el día, luego de confirmar la muerte de un joven que se electrocutó cuando participaba de un saqueo a un local de electrodomésticos en medio de un desmadre que se focalizó primero en el centro de la ciudad y luego se extendió a los alrededores. Incluso, los vecinos montaron barricadas en las calles de los barrios para evitar el avance de bandas de delincuentes que llegaban provenientes de zonas marginales de Concordia.

En Chaco, la capital provincial intentaba recuperar la calma tras una seguidilla de robos comercios y supermercados concretados durante la madrugada de ayer. Por caso, un centenar de personas saqueó un local de Musimundo en la localidad de Barranqueras, a pocos kilómetros de Resistencia, entre otros episodios.