Los tiempos se aceleran, y la posibilidad de una postergación en la fecha de cierre de inscripción y elección final del próximo titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se va evaporando. Y, en consecuencia, con la misma velocidad se aleja la alternativa de un titular argentino; algo que sólo podría ocurrir con un corrimiento de la fecha más allá del cierre del próximo 11 y la votación final del 13. Ante el panorama, la posibilidad del encumbramiento del brasileño Ilan Goldfajn se estaría aclarando. Para esto ocurrió ayer un evento importante. Desde Estados Unidos, el socio más importante de la entidad, se comunicaron con varios socios para asegurarles que la fecha de elección se mantiene y que no hay voluntad de postergarla por parte de la administración Joe Biden; algo que sólo podría acontecer si el candidato que pudiera llegar a la entidad crediticia fuera un aliado. Washington dio además otra señal. Goldfajn fue recibido por varias autoridades del gobierno norteamericano, entre otros por el asesor directo de la secretaria del Tesoro Janet Yellen, David Lipton, quien le dio el visto bueno para su postulación. Más sabiendo que los otros anotados en la carrera están lejos de la inquisidora mirada ideológica y técnica de los Estados Unidos.
EE.UU.: apoyo clave para Goldfajn en su carrera al BID
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Dato político
La novedad del apoyo del brasileño, fue el ciertamente sorpresivo cambio de actitud ante la postulación del ex presidente del Banco Central de Brasil, pasando de las dudas al voto afirmativo a partir de un dato político. Ahora Goldfajn superó la barrera de haber sido propuesto por Jair Bolsonaro, algo que para la administración Biden no generaba simpatías. Por el contrario, el hecho de no haber sido vetado por Luiz Inácio Lula da Silva (con buena sintonía con los Estados Unidos) termina siendo un valor agregado. En efecto, la postulación de Goldfajn no fue objetada por el electo presidente brasileño, quién dejó en claro que no pondrá trabas para la llegada del hasta ahora director gerente para el Hemisferio Occidental al sillón máximo del BID. Para que esto ocurra, un factor resultó preponderante. Goldfajn tiene el guiño de dos hombres fuertes de la próxima gestión de Lula. Tanto el próximo vicepresidente Geraldo Alkmin y el casi seguro ministro de Hacienda Enrique Meirelles avalan su llegada. Ambos conocen mucho al candidato, lo saben serio y técnicamente impecable, además de avalar la oportunidad que por primera vez el BID sea dirigido por un compatriota. A ese nivel, el hecho que su padrinazgo haya sido propuesto por Bolsonaro, es una anécdota. Todo un ejemplo de realpolitik.
Adhesiones
Así, con los votos brasileños y norteamericanos, el candidato detenta ya más del 40%, y sólo necesitaría del aval de un puñado de países sudamericanos y centroamericanos. Entre los primeros se podrían encontrar, casi seguro, la elección de Uruguay y Paraguay; mientras que un bloque de estados caribeños y centroamericanos que siempre acompañan a los Estados Unidos también votarían a favor. Tendría así más apoyo que los otros dos anotados, por ahora no oficialmente, en la carrera; el economista ecuatoriano Augusto de la Torre y la jefa de investigaciones de la CEPAL la mexicana Alicia Bárcenas, dos candidatos poco potables para la Casa Blanca, lo que convierte al brasileño en favorito; salvo que aparezca alguna postulación sorpresa, la que para ser exitosa debería tener más ascendencia sobre Estados Unidos que el sólido (por sus contactos) Goldfjan. En el poroteo previo, el brasileño tendría así ya asegurada la mayoría.
Aún no se sabe que hará Argentina. El gobierno de Alberto Fernández tiene desde el comienzo de la cruzada de Goldfajn ciertos resquemores con la solicitud. Sucede que el brasileño es desde febrero el encargado técnico del caso argentino ante el FMI, desde donde presionó al gobierno por metas fiscales y monetarias duras, además de ser uno de los principales impulsores (al menos ante los ojos locales) de la aplicación de las tasas de interés más altas posibles (4,01% anual) para el Facilidades Extendidas vigente; en lugar del pedido del entonces ministro de Economía argentino Martín Guzmán de un porcentaje de 2,04%. Siempre aclaró a los argentinos Goldfajn que defendió la posibilidad, pero que la negativa surgió desde el board del FMI; algo que los locales nunca creyeron.
Hay otro factor a tener en cuenta desde Buenos aires. Goldfajn desarrolló una muy buena relación con Sergio Massa durante las negociaciones con el FMI que derivaron en la aprobación de las metas del primer semestre del Facilidades Extendidas vigente.
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