26 de noviembre 2025 - 16:16

Mercuria se posiciona para quedarse con las operaciones de Raízen en el país

La empresa suiza busca ingresar de manera plena al segmento local con una oferta de u$s1.400 millones por la red Shell y la planta de Dock Sud. La operación reforzaría su integración desde Vaca Muerta al surtidor.

Raízen había desembarcado en el país en 2018 con la compra por u$s950 millones de los negocios de downstream de Shell.

Raízen había desembarcado en el país en 2018 con la compra por u$s950 millones de los negocios de downstream de Shell.

El grupo suizo Mercuria, uno de los mayores comercializadores independientes de commodities y energía del mundo, dio un paso decisivo para expandir su presencia en la región con una oferta de u$s1.400 millones por los activos de Raízen Argentina, la empresa que opera la red de estaciones de servicio Shell y la refinería de Dock Sud. De concretarse, sería una de las transacciones más relevantes del sector energético local de los últimos años y marcaría el desembarco pleno de un jugador global en el negocio del downstream argentino.

La operación propuesta contempla la compra de las cerca de 700 bocas de expendio que la empresa administra en el país, lo que la convierte en la segunda comercializadora de combustibles, con una participación de entre 17% y 22%, según distintas fuentes y también de la emblemática refinería de Dock Sud, donde Raízen invirtió u$s715 millones entre 2020 y 2023 para modernizar y ampliar su capacidad.

Fundada en 2004 en Ginebra por los traders Marco Dunand y Daniel Jaggi, Mercuria saltó en dos décadas al podio de los mayores comerciantes globales de crudo, gas, metales y energía. Con presencia en más de 50 países, 1300 empleados y ingresos anuales por u$s174.000 millones en 2022, el grupo viene reconfigurando su portafolio con foco en la transición energética, las energías renovables y la eficiencia en cadenas de valor intensivas en carbono. Más del 50% de sus nuevas inversiones se orienta a ese tipo de proyectos.

Aunque en la Argentina tiene presencia a través de participaciones en hidrocarburos, como su rol principal en Phoenix Global Resources, operadora de áreas no convencionales en Vaca Muerta, esta es la primera vez que el trader global hace una apuesta directa de semejante escala en actividades de refinación y comercialización.

La decisión de Raízen de evaluar ofertas comenzó a gestarse a fines del año pasado, cuando el grupo brasileño Cosan, uno de sus accionistas, enfrentó crecientes presiones de inversores por el aumento de su endeudamiento tras la compra de la minera Vale. En ese contexto, Cosan contrató a JP Morgan para una revisión integral de activos en la región y abrió la puerta a una eventual desinversión en la operación argentina.

Raízen había desembarcado en el país en 2018 con la compra por u$s950 millones de los negocios de downstream de Shell, que incluían 645 estaciones de servicio, la refinería de Dock Sud y las unidades de combustibles marítimos, aviación, LPG, asfaltos, químicos y lubricantes. Desde entonces, expandió la red a unos 700 puntos de venta y modernizó la planta para adaptarla al procesamiento de crudo no convencional proveniente de Vaca Muerta.

A medida que avanzó el proceso de revisión, distintos jugadores globales del sector fueron mencionados como potenciales interesados. Entre ellos aparecieron Trafigura, operador de la red Puma Energy; Vitol, otro de los grandes traders internacionales; Glencore, con presencia en el país en oil & gas y agro; e incluso gigantes estatales como Saudi Aramco y Petrobras, que analizaban la posibilidad de reforzar o retomar su presencia en el mercado local. Sin embargo, según fuentes del mercado, solo dos ofertas siguen hoy activas: la de Mercuria y la de Compañía General de Combustibles (CGC), del grupo Eurnekian, cuyo planteo estaría vinculado al interés de Vitol. Trafigura, Vitol y el grupo Werthein habrían quedado fuera de la puja.

Una jugada para integrar operaciones y ganar escala regional

Para Mercuria, la adquisición de Raízen Argentina implicaría un salto estratégico: sumaría capacidad propia de refinación y una red de comercialización en uno de los mercados de combustibles más relevantes de Sudamérica, al tiempo que ampliaría su posicionamiento en la región, donde ya opera en upstream y logística.

La apuesta por el downstream argentino aparece también como un movimiento alineado con su estrategia global: capturar valor en cadenas completas de energía, desde la producción hasta el consumidor final, mejorando márgenes y eficiencia en mercados donde la competencia se intensifica y las condiciones regulatorias ofrecen previsibilidad.

En paralelo, el eventual cierre de la operación permitiría que el trader suizo consolide un portafolio integrado desde Vaca Muerta al surtidor, dado que es accionista de Phoenix, con fuerte operación en Neuquén y Río Negro, y participa también en Metrogas, la mayor distribuidora de gas del país.

Por ahora, el proceso continúa en manos de JP Morgan y bajo estricta reserva. Pero en el sector aseguran que la oferta de u$s1400 millones de Mercuria se posiciona como la más firme. De avanzar, marcaría una nueva etapa para Shell en la Argentina y reordenaría un mercado donde los grandes traders globales buscan ganar terreno en un momento de precios liberados y márgenes más previsibles para el negocio del combustibles.

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