22 de mayo 2007 - 00:00

"El jazz ha dejado de ser música popular en EE.UU."

Para el grupo de culto The Manhattan Transfer, «Internet cambió las reglas del juego enmuchos sentidos, ya que ahora los hits no dependen más de la decisión de las radios».
Para el grupo de culto The Manhattan Transfer, «Internet cambió las reglas del juego en muchos sentidos, ya que ahora los hits no dependen más de la decisión de las radios».
Ocho años después de su anterior visita, The Manhattan Transfer, uno de los grupos vocales más notorios del mundo, volverá a actuar en nuestro país. Fundado por Marty Nelson, Alan Paul, Janis Siegel, Laurel Masse y Tim Hauser, The Manhattan Transfer se formó en 1972 y rápidamente se convirtió en una banda de culto de Nueva York hasta que en 1975 editó su primer disco. Integrado actualmente por Hauser, Siegel, Paul y Cheryl Bentine, el cuarteto vuelve a presentarse mañana en el país. Horas antes de su llegada dialogamos con Alan Paul.

Periodista: ¿Cómo ve el panorama del jazz actual y cómo ubicaría a TMT en ese contexto?

Alan Paul: En los Estados Unidos, el jazz prácticamente ya no existe como música popular. El jazz que se suele escuchar en las radios es un jazz muy simplificado, homogeneizado. La industria de la música no es lo que fue en las décadas pasadas. Las compañías discográficas no se toman tiempo para desarrollar artistas ni corren riesgos. Por eso es que no aparecen más grupos como el nuestro. La música pop se reparte entre algunas categorías muy específicas (rythm & blues, rap, country, etc.) y para tener éxito hay que mantenerse en esos moldes. La parte buena del cambio es Internet. Los artistas independientes tienen ahora muchas más oportunidades de grabar y de distribuir su música a través de la red. El futuro pasa por allí. De ese modo, como nos pasa a nosotros, el éxito ya no queda ligado exclusivamente a lo que se difunde en radio.

P.: ¿Pero ustedes son un grupo de jazz o simplemente un grupo vocal que aborda diferentes repertorios?

A. P.: Siempre fuimos eclécticos. Todos nosotros tenemos diferentes influencias musicales y, afortunadamente, hemos también la libertad, a lo largo de nuestra carrera, de explorar diversos estilos de música. En ese sentido, somos un grupo vocal que pone su acento en las armonías del canto aplicadas a esos distintos estilos.

P.: ¿Cuánto ha cambiado TMT desde sus comienzos en los años '70 y el presente?

A.P.: Siempre intentamos que con cada álbum hubiera un nuevo cambio y una nueva dirección. Pienso que en los comienzos éramos más «avant garde», más crudos en nuestro estilo, más experimentales. Con el tiempo hemos refinado nuestro sonido. Al comienzo, seguíamos casi exclusivamente en el estilo de los años '40; algo similar a lo que hacían grupos vocales populares con big bands como los Pied Pipers o los Merry Macs. En 1979, Laurel Masse dejó el grupo y la reemplazó Cheryl Bentyne. Con ese cambio llegó el disco «Extensions», que marcó un cambio muy fuerte respecto de lo que habíamos hecho hasta entonces. Con «Birdland» ganamos nuestro primer Grammy en jazz y la canción «Twilight Tone» llegó al primer puesto de los rankings. Los dos discos siguientes, «Mecca for Moderns» y «Bodys and Souls» continuaron abordando diferentes estilos; y así fue hasta «Vocalese». Con ese trabajo reforzamos nuestro perfil en jazz. Pero con el siguiente disco, «Brasil», llegó otro cambio; ahí quisimos explorar la música contemporánea de los autores brasileños.

P.: ¿Cómo se reparten las tareas dentro del grupo? A.P.: Cuando llega el momento de elegir el repertorio, los cuatro estamos en lo mismo. Los arreglos vocales son, en principio, escritos por Janis Siegel y yo; si bien todos hemos hecho arreglos en algún momento. También convocamos a arregladores como Gene Puerling o Roger Treese que colaboran en esa tarea. Al momento de preparar un álbum, nos producimos nosotros mismos con un grupo de gente que colabora buscando estudio, ingeniero, arreglos o escuchando músicos. Algo parecido sucede con las giras. Trabajamos con dos agencias de los Estados Unidos, Asia y Europa que a su vez trabajan con distintos promotores. Pero siempre estamos nosotros cuatro metidos en todo.

P.: No existen en la actualidad tantos grupos vocales. ¿Se sienten sobrevivientes de esa modalidad?

A.P.: Es una pena que no haya más grupos vocales como el nuestro. Existe una organización llamada Acapella que reúne una serie de grupos pero que no forman parte del «mainstream». Y en algún sentido, entonces, sí somos sobrevivientes, porque hemos podidosoportar nuestras subidas y bajadas dentro de lo duro que resulta a veces moverse en la industria de la música.

P.: ¿Qué han estado grabando últimamente?

A.P.: Tenemos dos nuevos CD's que editamos el año pasado. «An Acapella Christmas» (que se editó exclusivamente en Japón) y «The Symphony Sessions», que hicimos con la Orquesta Sinfonica de Praga.

P.: Ustedes ya han estado en Buenos Aires en otra oportunidad. ¿Qué recuerdos conservan de esa visita?

A.P.: No es un cumplido. Yo tengo recuerdos muy profundos de ese viaje a Buenos Aires. Fuimos a escuchar tango a un bar; eso fue verdaderamente maravilloso. También fuimos a un local de baile que tenía un grupo de salsa en vivo y a un restaurante que tenía una excelente comida italiana.

Entrevista de Ricardo Salton

Dejá tu comentario

Te puede interesar