13 de enero 2001 - 00:00

El rock del mundo confluye desde hoy en Rio

Sting.
Sting.
(12/01/2001) Hoy se inaugurará en Brasil la tercera edición de Rock in Rio, dieciséis años después de haberse consagrado como el principal festival musical de la región y de haberse colocado en el circuito de los grandes acontecimientos internacionales de rock.

La primera versión de Rock in Rio fue en enero de 1985 con una asistencia de 1.400.000 personas en 10 días. Si se considera que el Woodstock de 1969 reunió unas 450.000 personas, que además accedieron gratuitamente, puede entenderse más claramente la significación de este festival. La segunda edición se hizo en el estadio Maracaná en 1991 con una asistencia que rondó las 700.000 personas.

Si algo caracterizará a esta nueva 2001 será la multiplicidad de estilos, de géneros y de artistas, en una gama muy amplia que va de R.E.M. a Gilberto Gil, de Daniela Mercury a Foo Fighters, de James Taylor a Guns N'Roses. Y tal es la variedad que algunos periodistas brasileños cuestionaron el criterio pensando que eso terminaría desalentando al público a asistir.

Como respuesta, los organizadores aseguran que pensaron en ese aspecto y que armaron la programación de manera de que no se superpongan públicos y géneros muy distintos en un mismo día, y que la variedad se irá dando a lo largo de la semana.

En total, pasarán por los tres escenarios montados en la capital carioca unas 160 bandas que tocarán en total unas 150 horas de música.

En este caso, el festival tendrá como consigna «Por un mundo mejor» y espera reunir unas 250.000 personas por noche, lo que sumando las siete jornadas dará una presencia de más de 1.500.000 personas, en un emprendimiento que moverá unos 200 millones de dólares.

De acuerdo con cálculos estimativos, la mitad de los asistentes será de la misma ciudad de Rio de Janeiro, 40% de otras ciudades brasileñas, y 10% restante de países vecinos como la Argentina y Uruguay. El 5% de las ganancias será donado a Viva Rio, una organización antiviolencia, y a programas apoyados por la ONU.

Pero, por cierto, no todas son rosas, y muchas importantes bandas locales se han negado a participar del festival en protesta por lo que consideran un trato desigual respecto de los extranjeros.

Los grupos brasileños recibirán u$s 10.300, cifra mucho menor que la que cobrarán los números internacionales. La queja se extendió al lugar que ocuparán en el escenario: mientras las figuras extranjeras actuarán en horario nocturno, los brasileños deberán hacerlo como soportes, aun con la luz del día.

La seguridad será controlada diariamente por 350 integrantes del cuerpo de bomberos, que contarán con la ayuda de la Secretaría de Defensa Civil y de la policía. Los organizadores esperan que los accidentes en los que deban intervenir no pasen de problemas producidos por el exceso de alcohol o la deshidratación por el calor.

Habrá 300 médicos que atenderán unas 50 camas instaladas especialmente, y en la misma línea de evitar accidentes, la Secretaría de Seguridad ha prohibido la realización de una estruendosa apertura con fuegos artificiales, como se había planeado en principio, semejante a la que se hizo en la playa de Copacabana para festejar hace pocos días el comienzo del siglo.

Un dato curioso es que en el trazado del predio de 250 mil metros cuadrados en Jacarepaguá se ha cuidado especialmente de no dejar «puntos oscuros» que permitan a las parejas la posibilidad de tener sexo durante el festival. Esa «policía moral», que pretende evitar la reiteración del modelo de descontrol de Woodstock y del primer Rock in Rio, estará a cargo de unos 700 guardias civiles de seguridad.

La música se dividirá en tres escenarios. En uno de ellos, el principal -bautizado Palco Mundo-se presentarán los números principales, y por allí pasarán, entre muchos otros,
Sting, Milton Nascimento, Beck, Oasis, los muy convocantes NSynck y Britney Spears, Iron Maiden, Sepultura, Queens of the Stone Age, Neil Young, Sheryl Crow, Dave Matthews, Red Hot Chili Peppers, Silverchair,James Taylor, Daniela Mercury, Gilberto Gil, R.E.M., Foo Fighters y Guns N'Roses.

Un segundo escenario -Tenda Brasil-, especie de gran toldo aunque de un tamaño menor al palco principal, albergará a solistas y grupos brasileños. Y el tercero -Tenda Eletroestará destinado a la música tecno. Pero habrá además un cuarto ámbito -«Tenda por um mundo melhor»- en la que habrá discusiones sobre temáticas sociales y políticas.

Para los argentinos que no puedan viajar a Brasil ni seguir la transmisión central a través de la emisión satelital (sólo transmitirá DirectTV), varios de los principales grupos y solistas que actuarán en el festival carioca pasarán, antes o después, por Buenos Aires, una ciudad que también promete un enero muy movido en materia de rock.

El programa se iniciará este mismo fin de semana en la cancha de Vélez -sábado 13-con el concierto que compartirán
Iron Maiden, Rob Hald-ford, Queens of The Stone Age y los argentinos de Cabezones y Mad. El martes 16, en ese mismo escenario, tocarán Sting, Sheryl Crow y La Portuaria. Ese mismo fin de semana se realizará en el Campo de Polo el «Buenos Aires Hot Festival», que contará con las presencias de R.E.M., Beck y Divididos el miércoles 17, y de Neil Young, Oasis y Los Ratones Paranoicos el jueves
18.

El viernes 19, el ex Guns N'Roses Slash actuará en el estadio de Obras. Y, por último, el miércoles 24 se subirán al escenario montado en Vélez Red Hot Chili Peppers, Deftones, Catupecu Machu y Santos Inocentes.

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