6 de diciembre 2024 - 14:33

Entre los cinco estrenos nacionales sobresale un documental

"Italpark", sobre el desaparecido parque de diversiones porteño. Los dramas son “Algo viejo, algo nuevo, algo usado" y "Reflejado". Las comedias "Como si fuéramos sólo amigos" y "Campamento con mamá".

Una imagen de “Algo viejo, algo nuevo, algo usado”, de Hernán Rosselli.

Una imagen de “Algo viejo, algo nuevo, algo usado”, de Hernán Rosselli.

Dos dramas de baja potencia, dos comedias amables y un lindo documental que despierta la nostalgia, componen las novedades argentinas de esta semana.

Con una mezcla bastante original de escenas armadas, videos familiares, charlas reales y registros policiales, “Algo viejo, algo nuevo, algo usado”, de Hernán Rosselli, cuenta la vida de dos mujeres, madre e hija, jefas de un negocio de quiniela clandestina. Las dudas sobre un dinero dejado por el padre en Uruguay, un posible hijo natural que dejó algo más cerca, y la próxima redada policial alternan con la vida de hogar, los cobros, pagos, hasta llegar a un riesgoso viaje cruzando fronteras con plata escondida. Se tarda un poco en entender todo el puzzle, y cuando al fin se entiende no pasa demasiado. Rodaje en Lomas de Zamora y Almirante Brown.

“Reflejado”, de Juan Baldana, se inspira en la novela de José Supera “Limpiavidrios”. Alejo, muchacho muy poco sociable colgado de la cuerda en un edificio de diez pisos, se cruza con gente también muy poco sociable (la jefa, el encargado de vigilancia, el de seguridad, el personal de oficina). Todos hablan de modo amenazante, salvo un infeliz al que toman de punto y la chica de la limpieza, interesada en el muchacho. Hay un perverso juego de mensajes anónimos y un tono que mejora recién hacia el final, cuando alguien afloja un poco y cuenta lo suyo, una noche en la terraza. Solo un poco. Rodaje en el edificio D’ Buenos Aires, a la vuelta del Picadero.

Pasando a las comedias, “Como si fuéramos solo amigos”, coproducción chileno-argentina de Gonzalo Badilla, describe la experiencia de una pareja que intentó aquello de “amigos con derechos”, le fue mal, y se reencontró años después en Buenos Aires, para bien. Los hermanos Gonzalo, director, y Sebastián, actor, vienen paulatinamente, muy paulatinamente, mejorando, desde sus primeras, bochornosas bufonadas (así se llama la empresa, Bufonada Films) hasta la comedia romántica que ahora vemos, y con la cual se pasa el rato y se aprecia, al fin, un protagónico de Manuela Viale. Rodaje en Recoleta y otros lugares bonitos de la ciudad.

También para pasar el rato, pero con más personajes fáciles de identificar, sobre todo para cualquiera con hijos en edad escolar y para hijos con madres entrometidas, “Campamento con mamá”, de Martino Zaidelis, describe la lucha de una madre para evitar que el nene se vaya con el padre, y la del nene para sacársela de encima y dejar de pasar papelones delante de los demás chicos. No es esto lo único que pasa, porque también hay una nena tímida, dos choferes lectores de “El arte de la guerra”, en fin. Segunda película de Zaidelis con Oreiro tras la excelente “Re loca”, y tercera de este director (entre medio está “La extorsión”, con Francella), puede verse en Netflix.

Y llegamos al documental. El título casi que lo dice todo: “Italpark”. Aquel parque de diversiones de Libertador y Callao que fascinaba a los niños de otros tiempos, y tuvo luego su decadencia, un penoso cierre, y una desaparición absoluta, reaparece ahora en la memoria cariñosa de quienes ya crecieron, de los viejos empleados, y de historiadores y coleccionistas como Marcelo Hanin, Néstor Larrart (a) el mago Rodó y Enrique Godoy, todo eso matizado con fotos y filmaciones de ayer, una suave música de piano, y tristes registros de hoy. La emoción borra los defectos de algunas pocas imágenes, y aumenta los méritos del director, Juan Carlos Domínguez. Hay mucho amor en este trabajo. Vale la pena, incluso para quienes nunca fueron, o nunca pasaron el trauma que les pudo haber causado el tren fantasma.

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