Presentación de «Hijas de Eva». Actuación de Pedro Guerra (voz, guitarra). (Espacio Cultural ND/Ateneo; 27 y 28 de junio).
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El canario Pedro Guerra retoma aquella vieja tradición del cantautor que fue muy fuerte en su país y en toda Hispanoamérica por los años '60 y '70. Y aunque la presentación, acompañado exclusivamente por su guitarra, tenga que ver con cuestiones económicas --de hecho, su más reciente álbum, «Hijas de Eva», fue grabado con una banda y aún con artistas invitados como Silvio Rodríguez y Fito Páez-, es así, sólo sobre el escenario, donde Guerra encuentra su mejor espacio; desgranando las canciones como en los viejos fogones, y sin más artilugios que su voz, sus acordes y su buen humor -que lo convierte además en un excelente «entretenedor»-.
En su nuevo disco, el español se concentró en las mujeres; sobre todo en el lugar de discriminación que siguen viviendo en el mundo de hoy. Y no casualmente, el motor de este trabajo monográfico partió de una asociación feminista que lo convocó para meterse en el tema. Pero más allá de la particularidad de los nuevos temas -que estuvieron en cantidad en sus conciertos-Guerra volvió sobre su estilo conocido: piezas que hablan de los encuentros y desencuentros humanos, de las injusticias, de su postura pacifista e integradora; todo, con un lenguaje musical sencillo, en el que las melodías son dueñas absolutas y los acordes y ritmos de acompañamientos no tienen más intención que respaldar esos textos.
Y no faltaron, claro, clásicos de su discografía como « Contamíname», «Siete puertas», «Debajo del puente», «Deseo» o «Daniela». Con esas herramientas, y sin llegar aún al lugar de artista masivo, se ha ganado un lugar en el público argentino; y dan cuenta de eso las dos funciones bien nutridas de gente que brindó en el ND/Ateneo. R.S.
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