18 de octubre 2001 - 00:00

La lengua española unió a literatos y mandatarios

De la Rúa en el congreso.
De la Rúa en el congreso.
(17/10/2001) Valladolid (EFE, DPA y ASN) - Se inauguró ayer, en el teatro Calderón de la Barca de esta ciudad, el II Congreso Internacional de la Lengua Española. El rey Juan Carlos de España y el presidente del Gobierno español, José María Aznar, dieron la bienvenida a los presidentes de Argentina, Fernando de la Rúa; de México, Vicente Fox; de Colombia, Andrés Pastrana, y de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Entre los 300 escritores y académicos participantes se destacaron las presencias de Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa y Miguel León Portilla.

En su discurso, De la Rúa propuso que el III Congreso de la Lengua Española, que se celebrará en Buenos Aires en 2005, se denomine «El español, las tecnologías y la nueva integración». El presidente señaló que era necesario que el español se incorpore a las posibilidades que promueven la ciencia y la tecnología y aludió a la importancia que tienen las redes informáticas de comunicación.

«El mundo se comunica en red y estos desarrollos se enriquecen recíprocamente con su intercambio a todos los idiomas», dijo De la Rúa, para quien «Internet ofrece una oportunidad maravillosa, como lengua sin fin en el mundo, para crear fuentes de trabajo y desarrollar buscadores en nuestro idioma».

Durante cuatro jornadas, los asistentes al Congreso examinarán el impacto y el futuro del español, idioma oficial en 20 países y lengua materna de 400 millones de personas, lo que lo convierte en el cuarto idioma más hablado del mundo, detrás del chino, el inglés y el hindú.

Se dijo en la jornada de apertura que este segundo Congreso, (el primero se realizó en México en 1997), más que como acontecimiento lingüistico, debe ser visto como un encuentro económico, en vista de los que representa hoy el idioma nacido hace más de mil años en Castilla. El Estado español destinó un presupuesto de cerca de cuatro millones de dólares a este Congreso.

El rey
Juan Carlos expresó la necesidad de defender y potenciar al idioma español en un mundo cada vez más interrelacionado a través de la tecnología: «Vivimos en un mundo en el que el progreso tecnológico ha dado lugar a una sociedad conectada a través de sofisticadas redes y medios de comunicación, donde el instrumento básico seguir siendo el idioma. De ahí, la importancia del desafío que para todos nosotros supone la defensa y potenciación del español en el mundo», dijo.

A continuación, aludió al actual conflicto en el mundo al referirse al «choque entre culturas»:
«este choque se alega por algunos como explicación del enfrentamiento y fuente de incertidumbre hacia el futuro. Se resaltan las diferencias entre los pueblos convirtiéndolas en motivo de desconfianza y enfrentamiento», destacó el monarca.

El presidente mexicano
Fox, por su parte, propuso defender el español «sin levantar barre-ras al exterior, pues donde impera la palabra no impera la violencia». Su colega de Colombia, Andrés Pastrana, señaló en su alocución que el español es «la lengua del tercer milenio porque es la lengua de la solidaridad y la paz», y también aludió al conflicto mundial al puntualizar que «los terroristas y violentos, cuando actúan contra una nación, intentan cambiar los significados de las palabras. Llegamos entonces a la irracionalidad de hacer uso, conjuntamente, de las palabras libertad, vida, verdad y democracia cuando todas ellas significan para unos la defensa de lo humano y para otros la destrucción de la persona y de la sociedad».

El primero en hacer uso de la palabra entre los literatos fue el escritor español
Camilo José Cela, quien advirtió sobre los riesgos que corre la sociedad actual de quedarse sin el español como lengua común de los pueblos. «Tenemos que estar alerta para que el español no deje de ser la lengua común de los españoles. El español debe sumar, no restar. No usemos la lengua para la guerra sino para la paz, y menos para la guerra de las lenguas. Españoles y sudamericanos somos poseedores de una las cuatro mayores lenguas del mundo».

El historiador mexicano
León Portillo, en tanto, dijo que «la diferencia cultural es fuente de creatividad. Las lenguas amerindias han acrecentado el español en su léxico, y es necesaria una auténtica enseñanza bilingüe para los hablantes de idiomas indígenas». Mario Vargas Llosa retomó la idea de la extensión pacífica y constructiva del español por medio de la historia del Inca Garcilaso de la Vega, quien, hijo de un conquistador español y una princesa inca, fue el primero en «reivindicar su condición de indio y español».

Vocablos e innovaciones

El segundo Congreso de la Lengua Española coincidió con la nueva edición del Diccionario de la Real Academia Española, que desde esta versión estará en línea en Internet (ver recuadro), con actualizaciones permanentes. La nueva edición incorpora términos provenientes de argots regionales y también bendice algunas extranjerismos de uso corriente en el habla. Por caso, palabras o expresiones como «videojuego», «hardware», «gay», «look», «síndrome de Estocolmo» o «talibán» se incorporaron al diccionario.

El director de la Real Academia de la Lengua,
Víctor García de la Concha, cuando días atrás presentó esta edición XXII, dijo que se incluían 40.000 novedades con respecto a la anterior y casi triplica el número de americanismos.

De los 350.000 ejemplares que conforman la primera tirada, 100.000 ya han sido enviados a América, mientras que los restantes serán distribuidos en España por las editoriales Espasa Calpe (200.000) y Círculo de Lectores (50.000). En virtud de la inclusión de 28.000 palabras americanas, la nueva edición puede ser denominada «panhispánica», dijo
García de la Concha.

Una de las innovaciones de esta edición es que la «ch» y la «ll» desaparecen como letras independientes y aparecen en el lugar que les corresponde dentro de la «c» y la «l» (algo similar había ocurrido años atrás con la «rr»). Entre las palabras y términos nuevos figuran «Alzheimer», «autoestima», «barman», «cardiovascular», «consumista», «delirante», «dialogante», «fundamentalismo», «insolidario», «liposucción», «millardo», «monovolumen», «operatividad», «parapente», «prejubilación», «recargable», «reciclable», «remodelación», «rutilante», «todoterreno», «transgénico», «victimismo», «videojuego», «zapear», «caja de Pandora», «cierre centralizado», o «vox populi».

Entre los «extranjerismos» que han sido asimilados en su pronunciación y en su escritura en español están «box», «gofre», «kit», «máster», «profiterol», «réflex», «set», «taichi», «talibán» y «tiramisú».

Palabras no asimiladas pero que figuran en la nueva edición son «boiserie», «carpaccio», «catering», «footing», «gourmet», «hobby», «jogging», «light», «look», «mousse», «overbooking», «rock», «show» y «tour». Entre los términos coloquiales destacan «currante», «flipar», «guay», «jopé», «pasota», «pucelano», «sacaperras», «tapear» o «tropecientos».

También fueron incluidos tecnicismos como «disacárido», «epidural», «hardware», «linfopenia», «macro», «meristemo», «módem», «mutagénesis», «parenteral», «prion», «psicomotricidad», «software», «somatizar», «web», «base de datos», «célula madre», «esclerosis», «espectro antibiótico» e «in vitro».

En cuanto a las dudas de la lengua, el secretario de la Asociación de Academias,
Humberto López Morales, dijo que «hispanoamericano» se debe utilizar para aquellos que hablan español y que «iberoamericano» se aplica para incluir a Brasil. Si también se quiere incorporar a las regiones francoparlantes de América, el término adecuado es «latinoamericano», señaló.

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