5 de junio 2007 - 00:00
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En cuanto a los programas periodísticos vistos hasta ahora, inquietaron María Laura Santillán y Santo Biasatti en «Telenoche» buscando que Macri dijera lo que ellos esperaban oir. Mientras el líder del PRO hablaba en «Canal 13» como si ya fuera Jefe de Gobierno, Santillán creyó oír que Macri estaba pensando en las presidenciales. «
Macri, dijo que ya piensan en candidatos, ¿a quién tiene en mente?» a lo que Macri debió aclarar: «No, de ninguna manera hablé de presidenciales, hoy nos concentramos en la victoria de la Ciudad».
Pero no conforme con la respuesta, Biasatti lanzó: «Dijo que después del 4 de junio daría candidatos, piensa en López Murphy?» y Macri tuvo que insistir con amabilidad: «Por favor, hay que tener buena memoria, dije que después del 24 de junio, no del 4 de junio» y para cerrar, Gustavo Silvestre dijo: «Habló de obsesión, ¿lo obsesiona la segunda vuelta?» pero ahí Macri sólo reiteró: «Gato (por Silvestre), hoy es un día de victoria, no me obsesiona la segunda vuelta». Los obsesionados parecían los conductores.
Otro debate se vio en «Tres poderes» con Luis Majul, Maximiliano Montenegro y Reynaldo Sietecase, por «América» donde un demasiado precavido Majul, ya a las diez de la noche, todavía ponía en duda si habría segunda vuelta. Quizá tomó nota de los errores de la semana pasada: había prometido en vivo un debate con los tres candidatos a Jefe de Gobierno, para luego tener a los tres, pero por separado. Les imploraba a cada uno a cámara si podían debatir, generando malestar pues no había sido eso lo acordado. Por si acaso, prometieron ayer la presencia de Macri en «La cornisa», pero enfatizaban en el informe sobre «La televisión cabaret». Majul no deconoce que el periodístico no mide y busca poner imágenes del caño para subir el rating.
Para cerrar, contrastó la obsesión de aislamiento a los «Gran hermano famosos» (votaron con auriculares, antifaces y anteojos negros) mientras cada día es más obvia la injerencia de la producción en el reality. No sólo el canal de cable «24 horas» corta los diálogos cada vez que hablan mal de «Telefé» sino que lo peor fue el corte, el día en que les alcanzaron un botiquín con medicación para repartir. Cuando ya son varios los que quieren renunciar al programa, ayer buscaron torcer las votaciones para evitar que Luis Vadalá o «El Roña» Castro abandonen la casa de motu propio. Pero el boxeador manifiesta que no aguanta más y que quiere irse. Algo similar deben haber experimientado el domingo los perdedores de las elecciones en su comando de campaña. Al menos no se los vio en ese instante por TV, pero nunca se sabe.
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