16 de septiembre 2025 - 11:13

Proliferan obras sobre el esfuerzo de los hijos por sostener a sus padres en el ocaso de la vida

En el comercial debutó "Las hijas" y en el off continúan "Lo que se pierde se tiene para siempre", "Los bienes visibles" e "Incógnito", entre otras.

Julieta Díaz, Soledad Villamil y Pilar Gamboa en Las hijas. Durante una noche, las tres se reúnen para decidir qué hacer con su madre y descubren que fue distinta para cada una.

Julieta Díaz, Soledad Villamil y Pilar Gamboa en "Las hijas". Durante una noche, las tres se reúnen para decidir qué hacer con su madre y descubren que fue distinta para cada una.

Se multiplican en el circuito independiente las obras teatrales que abordan el tema de los hijos que enfrentan el esfuerzo inconmensurable por sostener a sus padres cuando están en la nebulosa de la demencia. Si bien hace varios años un drama como “El padre” donde Pepe Soriano encarnaba a ese hombre con Alzheimer no funcionó a nivel de público, hoy se multiplican en el off obras sobre padres o madres que se extinguen de a poco y cuyos hijos en ocasiones dejan la propia vida al cuidado de ellos.

En el circuito comercial, poblado siempre de comedias, resulta un hallazgo que aparezca esa temática, aunque tratada con humor. Con el estreno de “Las hijas”, dirigida por Adrián Suar, protagonizada por Soledad Villamil, Julieta Díaz y Pilar Gamboa en el Maipo, se plantea el tema “Cada uno tiene a la madre que recuerda”.

Escrita por Adriana Asturzzi, la obra en clave de comedia dramática gira en torno a tres hermanas que enfrentan el Alzheimer de su madre. Elena fue una madre presente, a veces demasiado, exigente y firme. Una jueza de profesión que no supo dejar la ley fuera de la casa. Sus tres hijas son Inés, una tarotista famosa con una capacidad inexplicable para leer el futuro; María José, una psiquiatra forense que conoce todas las patologías posibles pero no sabe cómo lidiar con su madre; y Roberta, artista plástica con múltiples carreras incompletas y un emprendimiento de catering. Durante una noche, las tres se reúnen para decidir qué hacer con la situación y descubren que Elena fue una madre distinta para cada una. Que no están listas para verla dejar de ser ella. Que no es fácil cuidar a una madre que siempre pudo todo sola. Que deben aprender de una vez por todas a dejar de ser hijas. Se presenta de jueves a domingos en el Maipo.

En el comercial fueron exitosas dos que giraban en torno al Alzheimer, “Perdidamente”, de José María Muscari, y “En otras palabras”, sobre esa enfermedad en jóvenes, con Jimena Accardi.

En el independiente las obras en esta línea son muchas. Siguen las funciones de “Lo que se pierde se tiene para siempre”, de Anahí Berneri, quien ya en su película “Elena sabe” con Mercedes Morán planteaba el interrogante de las mujeres que terminan de maternar a sus hijos para comenzar a hacerlo con sus padres y cuánto resignan en contra de sus vidas.

La obra se presenta los jueves y viernes a las 20 en Dumont 4040 y tiene como tema el cuidado hacia los padres adultos cuando no pueden valerse por sí mismos. Más allá de la memoria, indaga en aquello que no se dice e igual sale a la luz como trauma cuando no se pone en palabras. Está protagonizada por Enrique Amido, Marita Ballesteros, Sofía Gala Castiglione y Camila Marino Alfonsín.

Se estrenó la semana pasada “Los bienes visibles”, de Juan Pablo Gómez, sobre dos hermanos que cuidan de su anciano padre que se aleja a mil kilómetros por hora en un espacio de delirio, poblado de sonidos extraños y de voces que empujan, invisibles, este relato sobre envejecer. Puede verse los jueves a las 20 en el Cultural San Martín con actuaciones de Enrique Amido, Patricio Aramburu, Anabella Bacigalupo, Agustina Reinaudo, Guadalupe Otheguy, Andrés Granier y Manon Segret.

El autor advierte que en la pandemia el tema de los cuidados y el envejecimiento pegó, apareció cierto “viejismo” en la sociedad, una amenaza, el descarte, la pregunta de cómo cuidar a nuestros mayores.

Siguen las funciones de "Incógnito", del dramaturgo inglés Nick Payne, dirigida por Marcelo Moncarz, un viaje a lugares recónditos de la mente humana, a ese submundo insondable de la memoria de corto y largo plazo; su funcionamiento caprichoso y aleatorio, o a sus fallas.

Protagonizada por Cecilia Cósero, Tom CL, Mateo Chiarino y Anna Fantoni, la obra exhibe entre muchos otros temas a criaturas que luchan por conectar al menos por unos segundos con sus seres queridos cuando están perdidos en el limbo de la memoria. Los seres humanos en su laberinto y ese esfuerzo inconmensurable de sostener cuando están en esa nebulosa de la demencia, intentando atesorar ese rapto de lucidez, si lo hay.

Se presenta los lunes a las 20:30 en Ítaca Complejo Teatral .

Se vio la premiada “Quieto”, con Miguel Angel Rodríguez, escrita por Florencia Natfulewicz y dirigida por Francisco Lumerman, que contaba la historia de un padre en su sillón y una hija en su lucha por rescatarlo de su cueva de recuerdos. Miguel Angel Rodríguez en diálogo con este diario había señalado que “Es un desafío hacer un personaje de mayor edad a la mía, que transita momentos difíciles, es decir el final de la vida, Renzo es un tipo que me inspira y me recuerda a personas que pasaron por mi vida, mis abuelos, mi padre con 94 años y si bien no es el papel de mi viejo, me gustó este tipacho. Me permitió ir a lugares que me conmueven, me gustan y atraviesan, desde cómo encarar una conversación con la hija, los diferentes pensamientos, cómo era todo antes y cómo es ahora, ella intentando hacer algo por el padre que cree que es de una forma. Renzo tiene una postura que deja que las cosas y la vida pasen. Está abrumado por la muerte de su mujer, no quiere que se ocupen de él, que lo molesten”.

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