24 de abril 2020 - 00:00

"Better call Saul" cerró mejor temporada

Se destacaron dos capítulos excelentes, que recuperaron el paisaje del desierto de Nuevo México.

Better call saul. Rhea Seehorn (Kim) y Bob Odenkirk (Saul/Jimmy).

Better call saul. Rhea Seehorn (Kim) y Bob Odenkirk (Saul/Jimmy).

Hubo que esperar a la quinta temporada de “Better call Saul”, concluida el martes en Netflix, para ser testigos de la verdadera transformación de James Mc Gill en el abogado Saul Goodman de “Breaking bad”. Porque si hay algo que esperaba el fan de aquella serie de culto creada por Vince Gilligan y Peter Gould era averiguar cómo el abogado ingenioso, testarudo y subestimado por algunos colegas, comenzando por su arrogante hermano Chuck, se convertiría en la persona de confianza del cartel y mano derecha de Walter White.

El desenlace quedó abierto a una sexta y última temporada confirmada, que se estimaba para el año próximo, sujeta ahora a revisión dependiendo del coronavirus. En la quinta volvió a palparse la aridez del desierto que en “Breaking bad” fue locación privilegiada y testigo de las peores atrocidades. También volvieron los cactus verdes y brillantes, adueñándose de planos siempre cuidados hasta el detalle. Y en algunos capítulos regresó el personaje del cuñado de Walter White, Hank, agente de la DEA en el comienzo de la investigación del cartel.

Esta temporada, siempre impecable en el plano estético,la composición de planos y el manejo de diálogos y silencios, se erigió sobre dos pilares: la puja por el poder para dominar territorios entre Gustavo Fring y los Salamanca por un lado, y la relación entre Saul y Kim (interpretada por Rhea Seehorn), quienes contraen matrimonio de un modo tan original como desangelado.

El espectador fue testigo, desde el comienzo, de un vínculo algo infantil, fresco e imprevisible, que con el tiempo (y las temporadas) ganó en madurez y se volvió más adulto. La transformación personal de Saul espejó e iluminó a Kim, y entre ambos construyeron una intimidad tierna y singular. En esta temporada, a ella se la encuentra segura de sí misma y despojada del juicio moral con el que en el pasado sermoneó al entrañable “Slipping Jimmy”, pero lo interesante radica en que no por ser moralmente imparcial se vuelve cómplice, hay matices. Y mientras Saul duda, Kim es quien quiere animarse al daño que en temporadas anteriores condenaba.

Saul se convierte en otro hombre en el capítulo del desierto, cuando debe recoger los 7 millones para pagar la fianza de Lalo y es víctima de un tiroteo del que sale ileso gracias a Mike. Sobreviven juntos a una eterna caminata pero Saul queda atormentado y no deja de preguntarse cuándo superará ese trauma atroz.

A Saul le cuesta asimilar que entró en “el juego” y que con él arrastró a Kim. Los interrogantes hacia la sexta temporada y final pasan por el destino de algunos personajes del cartel pero lo crucial está en la pareja central. Sabemos que Kim no forma parte de la vida del abogado en la serie madre, de modo que cuál será el motivo que la arrancará de la vida de Saul si hasta ahora fueron siempre dos solitarios que sólo se tenían el uno al otro. Ese, junto con el enfrentamiento entre Fring y Salamanca, será el eje principal de la última temporada que tendrá, por primera vez, 13 capítulos.

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