17 de enero 2022 - 00:00

Una imperdible “Música callada” de Frederic Mompou

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“Esta música es callada porque su audición es interna. Esta música no tiene aire ni luz. Es un débil latir del corazón. No se le pide llegar más allá de unos milímetros en el espacio, pero sí la misión de entrar en las zonas más misteriosas de nuestra mente”. Fredric Mompou definía así su obra maestra “Música Callada” formada por cuatro “libros” compuestos a lo largo de 16 años a partir de 1959. Si bien fue muy influido por Satie y Bartok, este genio catalán imaginaba universos sonoros que no se parecen a nada conocido, mucha veces inspirándose en el folklore catalán y muy especialmente su fascinación infantil por las campanas que fabricaba su abuelo en Barcelona. Escrita para un piano solista, “Música Callada” no es el tipo de obra que suele grabarse seguido, mucho menos en su versión integra de más de 1 hora, con las 28 “miniaturas” con las que a lo largo de 16 años el músico fue concibiendo los sonidos del silencio. Por eso este disco de la gran pianista armenia Lilit Grygorian es una joya imperdible, sobre todo porque ella no se limita a leer las partituras literalmente, sino que imaginó su propia aproximación a cada uno de los 28 viajes musicales de Mompou. Quien no lo conozca, se encontrará con una de las grandes obras musicales del siglo XX Y dada la intención de transmitir sentimientos pacíficos, esta música callada viene de perillas para estos tiempos pandémicos.

Diego Curubeto

=“Frederic Mompou: Música Callada”, Lilit Grigoryan. Orchid Classics 100178.

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