10 de junio 2025 - 19:42

Bitcoin roza los u$s110.000 y las altcoins suben hasta 9,4%: cuál es el motivo de la suba

El mercado de criptomonedas viene de operar con un sentimiento débil y un interés decreciente tanto de traders como de inversores minoristas e institucionales.

Bitcoin busca soporte sobre los u$s100.000 en medio de sentimiento débil.

Bitcoin busca soporte sobre los u$s100.000 en medio de sentimiento débil.

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Estos movimientos tienen lugar en un contexto de negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China que se desarrollan actualmente en Londres. Washington busca que Pekín elimine las restricciones a la exportación de tierras raras —insumos esenciales para la fabricación de automóviles, aviones de combate, smartphones y reactores nucleares—, mientras que el gigante asiático presiona para que Estados Unidos flexibilice las limitaciones impuestas a la exportación de semiconductores avanzados.

De acuerdo con The Wall Street Journal, que cita fuentes cercanas a las conversaciones, el expresidente Donald Trump ha dado luz verde a su equipo liderado por Bessent para evaluar la posibilidad de levantar algunas de las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos. En la misma línea, según declaraciones recogidas por Reuters, Trump aseguró que las negociaciones avanzan positivamente y que está recibiendo “buenos informes” sobre su evolución.

En paralelo, el mercado de criptoactivos muestra señales de calma. Desde QCP Capital indican que la volatilidad ha disminuido de forma significativa, al tiempo que los inversores entran en una suerte de “modo verano”. Según su análisis, para que el mercado vuelva a mostrar un repunte de interés, sería necesario que el bitcoin rompa con claridad los niveles de soporte o resistencia, es decir, que caiga por debajo de los u$s100.000 o supere los u$s110.000.

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¿Cómo seguirá el precio de Bitcoin?

Desde la plataforma Buenbit afirmaron que, si bien en el corto plazo la volatilidad continúa se mantendrá como un factor inherente, la concentración de la oferta en manos de inversores institucionales introduce un sesgo alcista estructural. "A medida que las posiciones de largo plazo se consolidan, la liquidez proveniente de pequeños holders queda más expuesta a oscilaciones de precios, amplificando posibles aceleraciones al alza en fases de demanda intensa", acotaron.

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