Carrera por los humanoides: las empresas que lideran la próxima revolución y cómo posicionarse antes del boom

La robótica humanoide, impulsada por avances en inteligencia artificial y hardware, está en la antesala de transformar industrias y mercados globales. Esto representa una oportunidad única para inversores que se anticipen a su masiva adopción y a los retos sociales que conlleva.

Robótica humanoide: la próxima revolución tecnológica y la gran oportunidad de inversión.

Robótica humanoide: la próxima revolución tecnológica y la gran oportunidad de inversión.

La fusión entre la inteligencia artificial incorporada (“embodied AI”) y los avances en hardware ubican a la robótica humanoide en el centro de atención del mundo inversor. Cada vez más analistas la ven como una “oportunidad de oro” para quienes logren posicionarse a tiempo y con precisión. Morgan Stanley proyecta que esta industria podría generar cerca de u$s5 billones en ingresos globales hacia 2050, consolidándola como una apuesta de alto potencial. Como en toda disrupción tecnológica, el verdadero retorno será para quienes lleguen antes del boom.

Tras décadas en el terreno de la ciencia ficción, la robótica humanoide se perfila como la próxima gran revolución productiva, con avances concretos que ya habilitan inversiones reales. Lo más llamativo es que, pese a su potencial transformador, muchas de las empresas líderes cotizan con valuaciones deprimidas, afectadas por factores cíclicos como la desaceleración del sector automotor y tensiones geopolíticas. Por ello, para quienes buscan una megatendencia de crecimiento secular, rara vez se presentan circunstancias tan propicias como ahora: valuaciones cíclicas bajas, avances tecnológicos convergentes y un punto de inflexión a la vista.

Al respecto, Sergio Pernice, director de Ingeniería en Inteligencia Artificial de UCEMA, comenta en declaraciones a Ámbito que, al día de hoy, los robots humanoides se encuentran en una etapa fascinante de maduración tecnológica y prototipado avanzado. No obstante, si bien superaron la fase puramente experimental y de demostraciones aisladas, el experto recuerda que aún no alcanzan la producción masiva o la integración generalizada en la vida cotidiana.

Por qué ahora: ciclo y avances en IA

Pernice sostiene que es fundamental distinguir entre dos avances "muy diferentes": por un lado, los agentes de inteligencia artificial capaces de generar texto con calidad comparable a la humana y tomar decisiones en entornos digitales. Por otro, los robots humanoides dotados de un "cerebro" de IA capaces de desenvolverse de forma autónoma en el mundo físico tridimensional, con la destreza suficiente para resultar verdaderamente útiles.

En este contexto, el experto recuerda que la conducción autónoma de nivel 5 —que representa una automatización total sin necesidad de intervención humana— aún no se logró en la práctica, lo que subraya los desafíos pendientes en la interacción de la inteligencia artificial con el entorno físico.

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Y es que mientras toda la atención se la llevaban los modelos de lenguaje y la IA generativa, en paralelo, los investigadores perfeccionan modelos diseñados para percepción, planificación y control en el mundo real. El resultado: robots capaces de manipular herramientas, adaptarse a espacios diseñados para humanos y aprender tareas mediante aprendizaje por refuerzo.

Impacto económico de la adopción masiva de robots humanoides

El docente explica que el impacto económico de una adopción masiva de robots humanoides en la próxima década sería “transformador y multifacético”. El efecto más inmediato y relevante se vería en la optimización de la fuerza laboral y la productividad. “Los humanoides podrían asumir tareas repetitivas, peligrosas o que requieren gran precisión en sectores como la manufactura, logística, servicios, e incluso la atención médica y el cuidado de personas”, comenta Pernice.

Y advierte que: “Esto no solo aumentaría la eficiencia y reduciría costos operativos, sino que también liberaría a los trabajadores humanos para roles de mayor valor agregado, creatividad y supervisión”, analiza. Además, según Pernice, se generaría un nuevo ecosistema industrial alrededor de su fabricación, software, mantenimiento y desarrollo de aplicaciones, lo que terminaría por impulsar la creación de nuevas empresas y empleos altamente calificados. En consecuencia, se podría dar una redefinición de ciertos mercados laborales, con un foco creciente en la colaboración humano-robot y la formación en nuevas habilidades digitales.

Fátima Toche, experta en derecho digital, matiza con Pernice y sostiene en declaraciones a este medio que, el impacto más profundo de la incorporación de robots humanoides "no se limitará a la industria manufacturera o la logística", sectores donde su presencia ya es palpable, "sino que se extenderá progresivamente a ámbitos tradicionalmente humanos como los servicios, la salud, la atención al cliente y el cuidado de personas mayores". Este cambio conlleva tres fenómenos clave, que urge abordar desde la política pública, el derecho laboral y la ética tecnológica.

  • Desplazamiento laboral estructural: la automatización de tareas repetitivas y físicas amenaza con aumentar la desigualdad si no se implementan programas masivos de reconversión laboral y alfabetización digital. "Esto obliga a los Estados a replantear su rol en la protección de derechos sociales y laborales frente a un mercado enfocado en la eficiencia", plantea Toche.
  • Incremento exponencial de la productividad: "Los humanoides permiten una productividad continua y sin pausas, lo que reduce costos y aumenta ganancias empresariales. Sin embargo, surge la pregunta sobre quién se beneficia realmente de esta riqueza y cómo se protege el valor del trabajo humano", dice la experta.

  • Concentración de poder y asimetrías globales: el control de la infraestructura tecnológica por parte de pocas empresas puede intensificar las desigualdades económicas globales, redefiniendo la cadena de valor y desafiando los principios de justicia social, dice la experta.

Inversión en la materia: Tesla, Nvidia, Meta y Huawei lideran la carrera

Morgan Stanley es uno de los bancos de inversión que sigue de cerca el desarrollo de los robots humanoides. En su informe más reciente, concluye que tanto las empresas tecnológicas como los fabricantes industriales "más tradicionales" aceleraron el despliegue comercial de estas máquinas, en un contexto donde el capital de riesgo, las alianzas estratégicas y los avances en inteligencia artificial redefinen “el panorama competitivo a nivel global, pero también el flujo de inversiones".

El documento analiza que la robótica humanoide entró en una nueva fase de madurez e inversión global, con implicancias económicas que podrían redefinir industrias enteras. Desde fabricantes de automóviles como Hyundai y XPeng, hasta gigantes tecnológicos como Tesla, Meta, Huawei y Nvidia, profundizaron en los últimos meses su apuesta en un sector que, hasta hace pocos años, era visto como futurista y experimental.

El banco comenta que la startup Persona AI, especializada en robótica humanoide, anunció una ronda de inversión semilla liderada por Unity Growth —que también financia a Figure AI y Anthropic— junto con Tides Ventures. La compañía también firmó un acuerdo con HD Hyundai para desplegar humanoides en astilleros, con una entrega inicial prevista en 18 meses, “en lo que representa uno de los primeros casos de adopción industrial a gran escala”, sentencia.

Al respecto, Toche comenta que, Figure AI, que colabora con OpenAI y Nvidia, consiguió avances notorios con Figure 01, "un robot capaz de ejecutar tareas autónomas mediante comandos en lenguaje natural. "Este desarrollo inaugura una nueva era de interacción entre humanos y máquinas, donde la interfaz no será ya un teclado ni una pantalla, sino la palabra hablada. La posibilidad de instruir a un robot para preparar el café no es una anécdota: es la base de una arquitectura de reemplazo funcional en entornos cotidianos", asegura la experta.

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Los 100 mejores y peores desempeños acumulados en el año de humanoides y rendimiento ponderado por igual frente a índices relevantes. Cabe destacar que 8 de los 10 mejores desempeños provienen de China. Fuente: Morgan Stanley.

Los 100 mejores y peores desempeños acumulados en el año de humanoides y rendimiento ponderado por igual frente a índices relevantes. Cabe destacar que 8 de los 10 mejores desempeños provienen de China. Fuente: Morgan Stanley.

Por su parte, Meta fichó al profesor del MIT Sangbae Kim —referente global en robótica— para liderar su nuevo Robotics Studio. Kim es conocido por impulsar el uso de motores eléctricos en robots cuando aún predominaban los sistemas hidráulicos. La decisión se alinea con la apertura reciente de decenas de posiciones vinculadas a robótica avanzada en la empresa de Mark Zuckerberg, dice el banco.

En Asia, Vingroup, el conglomerado vietnamita detrás de VinFast, presentó su primer robot humanoide “Made-in-Vietnam”, mientras que Hyundai Mobis avanza en el desarrollo de actuadores para este tipo de máquinas. La empresa matriz, Hyundai Motor, ya confirmó planes de adquirir decenas de miles de robots humanoides de su subsidiaria Boston Dynamics, acelerando su integración a procesos industriales.

El banco visitó la planta de Tesla, donde se desarrolla el robot Optimus, “ahora capaz de realizar tareas domésticas mediante lenguaje natural. Entrenado con aprendizaje por refuerzo en simulaciones, el ´humanoide´ es alimentado por una red neuronal única basada en videos humanos de tercera persona, una técnica que podría multiplicar exponencialmente la escala de entrenamiento a futuro”, indica el banco.

Sobre el humanoide de Tesla, Toche indica que aunque aún está en fase experimental, "el respaldo financiero, logístico y mediático de la empresa de Elon Musk hace prever una rápida escalabilidad, en particular si se consolida su estrategia de verticalización productiva".

Nvidia, en tanto, presentó la primera actualización de su modelo fundacional para humanoides, GR00T N1.5, junto con la herramienta GR00T Dreams Blueprint, diseñada para generar datos sintéticos de movimiento. “El nuevo flujo de entrenamiento reduce meses de trabajo a apenas 36 horas de simulación, lo que configura un hito en la automatización del aprendizaje en robótica”, asegura Morgan Stanley.

Colaboraciones corporativas en este segmento

El documento de Morgan Stanley adelanta que “las colaboraciones corporativas se multiplican”, en este segmento. Huawei y UBTECH firmaron un acuerdo integral para desarrollar fábricas inteligentes y robots domésticos. Mientras tanto, Tencent Cloud y Dobot impulsan el desarrollo de modelos fundacionales VLA y expanden aplicaciones a manufactura, educación y retail. Boston Dynamics se asoció con LG Innotek para crear un nuevo sistema de visión robótica, y firmó un memorando con DHL Group para entregar más de 1.000 unidades de su robot Stretch.

Para el banco de inversión está “más que claro” que el ecosistema de la robótica humanoide está en plena mutación de un terreno de prototipos a una industria en consolidación.

Toche tambien destaca empresas como Sanctuary AI, desde Canadá, desarrolla a Phoenix, un robot capaz de replicar todos los movimientos humanos y aprender nuevas tareas mediante inteligencia artificial, sin necesidad de reprogramación. Por otro lado, Boston Dynamics (Hyundai) se enfoca en robots para usos industriales y militares, como Atlas, que destaca por su movilidad, pero aún no está diseñado para entornos domésticos o comerciales.

Cómo adelantarse a la tendencia

Para un inversor que busca adelantarse al boom y colocar su primera inversión en este segmento la estrategia clave es la investigación profunda y la diversificación inteligente, comenta Pernice. Hay que tener claro que invertir directamente en empresas de robots humanoides que no cotizan en bolsa puede ser difícil para el inversor minorista, pero existen vías indirectas.

Quienes adopten la estrategia de “pico y pala” para construir exposición a lo largo de la cadena de suministro de este sector podrán surfear una ola de productividad que promete transformar industrias enteras antes de que los robots lleguen a nuestras vidas cotidianas, tal como explican los expertos consultados en esta nota.

Pernice analiza que invertir en compañías que proveen componentes críticos para esta industria como chips de IA, sensores LIDAR, actuadores de alta precisión, baterías de nueva generación, software de control robótico, es una manera de ingresar a este mercado. “Estas empresas se beneficiarán del crecimiento de los humanoides, independientemente de qué fabricante particular, domine el mercado”, plantea.

Otra opción es considerar los ETFs temáticos que incluyan empresas de robótica, automatización e inteligencia artificial. “Ya hay algunos ETFs centrados en empresas que desarrollan robots humanoides en proceso de aprobación. Otros tal vez no sean exclusivamente de humanoides, pero muchas de las compañías subyacentes son pilares en el desarrollo de componentes clave o tecnologías habilitadoras”, comenta.

Otra opción mucho más avanzada es la de Capital de Riesgo (para inversores calificados): “Participar en fondos de capital de riesgo que invierten en startups de robótica e IA en sus etapas iniciales implica mayor riesgo, pero también el potencial de retornos exponenciales”, concluye Pernice.

A la luz de estos desarrollos, la decisión de posponer la inversión hasta que la adopción de humanoides en el consumo sea masiva podría costar caro. Se acerca lo que los analistas llaman el “momento ChatGPT” de los robots: el instante en que el precio, la capacidad y la usabilidad converjan para catapultar la demanda de forma exponencial. La ventana de oportunidad para aprovechar las valuaciones cíclicas está abierta ahora.

De cara al futuro, las incógnitas principales serán el ritmo de adopción real en entornos industriales y de servicios, la evolución de las políticas comerciales y la capacidad de los fabricantes para escalar su producción sin incurrir en cuellos de botella.

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