La amenaza de estanflación (bajo crecimiento con alta inflación) en EEUU comienza a ganar terreno en las proyecciones. Según una encuesta de Bank of America Global Research realizada a principios de agosto, cerca del 70% de los encuestados espera este escenario en los próximos 12 meses, lo que podría impactar en el mercado financiero de todo el mundo.
Advierten que la alta inflación y el bajo crecimiento en EEUU pueden impactar en bonos, acciones y materias primas
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La preocupación se alimenta de señales recientes: un mercado laboral debilitado, un repunte de la inflación subyacente y un inesperado aumento en los precios al productor. Pese a ello, tanto las bolsas como los bonos globales se mantienen en calma, con índices accionarios cercanos a máximos históricos. "La estanflación está en la mente del mercado, pero no en los precios", advirtió Marie-Anne Allier, gestora de Carmignac.
Impacto de la alta inflación y el bajo crecimiento en renta fija
El principal riesgo inmediato de la alta inflación y el bajo crecimiento está en los bonos. Una inflación persistente erosiona el valor real de los pagos de interés, lo que inquieta a fondos de pensión y aseguradoras con fuerte exposición en renta fija. "Otro informe débil de empleo aumentaría significativamente las preocupaciones de estanflación", señaló Paul Eitelman, de Russell Investments.
Además, la correlación entre los mercados de bonos del G7 limita la protección fuera de EEUU. Una liquidación en el tramo largo de la curva estadounidense impactaría en Europa y el Reino Unido. Este año, mientras los rendimientos a dos años retrocedieron, los de 30 años muestran subas, reflejo de la tensión inflacionaria.
Wall Street, entre dudas y resiliencia
En renta variable, el riesgo también se extiende más allá de EEUU. Desde 1990, los periodos de contracción manufacturera estadounidense con inflación elevada implicaron caídas promedio del 15% en las acciones globales, según Michael Metcalfe de State Street.
Sin embargo, los índices aún avanzan, apoyados por la fortaleza de las grandes tecnológicas, aunque los sectores más cíclicos lucen vulnerables. Caroline Shaw, de Fidelity International, aseguró que su equipo mantiene cobertura en el Russell 2000 mediante opciones de venta.
Riesgo cambiario y refugios alternativos
El dólar aparece como otro frente débil. "La estanflación presenta dos riesgos: devaluación por bajo crecimiento y pérdida de poder adquisitivo por inflación", explicó Nabil Milali, de Edmond de Rothschild. En tanto, el euro ya acumula un alza de más del 12% frente al billete verde en 2025, acompañado por la apreciación de la libra y el yen.
En este contexto, los activos refugio ganan protagonismo. El oro se mantiene como la elección más recurrente, junto con bonos indexados a la inflación y derivados especializados como los swaps inflacionarios. Para los inversores, la clave será navegar entre señales mixtas: un mercado que aparenta solidez en la superficie, pero que esconde crecientes riesgos de estanflación en su núcleo.
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