5 de septiembre 2025 - 16:17

Crecen las dudas en la city sobre el regreso de Argentina a los mercados globales de deuda en 2026

Analistas entienden que la suba del riesgo país no se debe al entorno político, sino a la falta de acumulación de reservas. Después de octubre, el Banco Central y el Tesoro deberían retomar compra de dólares.

Los inversores quieren ver que el BCRA compre reservas.

Los inversores quieren ver que el BCRA compre reservas.

Federico Furiase, director del Banco Central (BCRA), y uno de los hombres de mayor confianza del ministro de Economía, Luis Caputo, respondió con firmeza cuando se le consultó si, tras las elecciones, habrá un “reseteo” de la política económica. “De ninguna manera”, sentenció a la salida de un encuentro con compañías de seguros celebrado este jueves.

Lo cierto es que, en el mercado, la expectativa pasa por saber si el Gobierno aplicará un ajuste más profundo al plan económico, si avanzará en una renegociación del acuerdo vigente con el FMI y si postergará, al menos por seis meses, el regreso originalmente previsto.

Todo esto, incluso en el escenario de un triunfo de La Libertad Avanza en las legislativas nacionales. En los mercados circula la idea de que, si el oficialismo lograra reunir la cantidad de bancas necesarias para garantizar un poder de veto frente a eventuales proyectos de la oposición en el Congreso, podría alcanzar cierto blindaje político.

Es decir, aunque gane se trata de un Gobierno que será débil en términos parlamentarios. Eso siempre que se parta del axioma de que los problemas son solo de tipo políticos y que el programa económico es impecable.

Pablo Moldován, director de C-P Consultora, señaló a Ámbito que "el acuerdo con el FMI planeaba que para 2026 el Gobierno tenía que salir a los mercados, y hoy cuando uno mira lo que está pasando con el riesgo país de alguna manera eso parece cada vez mas lejos”.

Vale recordar que desde hace un par de semanas el riesgo país comenzó a subir, y cerró la semana cerca de los 900 puntos.

Moldovan describió la lógica oficial como “un escenario muy optimista, basado en un triunfo electoral arrollador que permitiría destrabar la situación”. Sin embargo, advirtió que, al observar las variables objetivas -vencimientos, nivel de reservas netas y el programa cambiario para lo que resta del año- “el panorama se muestra bastante complicado”.

“Lo que veo es un esquema muy cortoplacista, que se sostiene a base de parches. Sin embargo, como el Gobierno mantiene una narrativa sólida y consistente, por momentos esa fragilidad tiende a pasar desapercibida”, precisó.

A modo de ejemplo, recordó que a fines de 2024 el Gobierno redujo las retenciones para garantizar una buena liquidación en el primer trimestre de este año. “La apuesta era, básicamente, acumular divisas en esos meses y así poder volver a los mercados en el primer trimestre de 2025, aprovechando además lo que quedaba del blanqueo. Pero esa estrategia no funcionó y, con la estacionalidad cambiada, no le quedó otra que recurrir al Fondo”, explicó.

El economista también consideró que se demoraron dos meses para acordar con el FMI, para luego incumplir las metas de acumulación de reservas.

“Desde que apareció el blanqueo, el Gobierno viene pedaleando con la idea de que reabrirá el acceso a los mercados y resolverá el esquema. Pero la realidad es que los inversores se muestran bastante reticentes. Es como si hubiera cierto respeto hacia el Gobierno, que en definitiva es la expresión más amistosa que hoy puede esperarse del mercado”, señaló.

Por eso, advirtió que después de octubre “probablemente aparezca algún ‘ruidito’ en la relación con el Fondo”, con la posibilidad de que se definan nuevas metas de reservas y un cronograma de pagos distinto. Moldovan subrayó además que la deuda argentina “lleva demasiado tiempo sin funcionar” y que al organismo ya le genera resquemor tener que aportar sus dólares para que el país le pague a los bonistas.

J.P. Morgan pide que se sumen dólares

En cambio, Lucila Barbeito, analista económica del J.P. Morgan, aseguró que Argentina “a partir del cuarto trimestre podría retomar la senda del crecimiento y el año que viene estar arriba del 3%”.

Pero, para que ello se concrete, Barbeito dijo que, además de ganar las elecciones, el Banco Central debería iniciar un proceso de acumulación de reservas.

La economista señaló que los inversores del exterior “no solo quieren comprobar si el Gobierno tendrá los votos en el Congreso para consolidar su agenda, también están atentos al plan para acumular reservas”.

En esa línea, destacó que “los mercados valoran positivamente lo hecho por el Ejecutivo hasta ahora”, aunque advirtió que, una vez superadas las elecciones, “será clave que el Gobierno impulse una agenda de reformas en el Congreso, lo que funcionaría como un buen catalizador”.

Miguel Kiguel: "Hay un problema con las reservas"

Miguel Kiguel, director de Econviews y exsecretario de Finanzas, advirtió que “hay un problema con las reservas”. Según detalló, “las reservas líquidas rondan los u$s20.000 millones, pero de ese total, u$s14.000 millones corresponden al préstamo del Fondo. Es decir, solo quedan u$s6.000 millones, el equivalente a un mes de importaciones, y con eso tienen que afrontar los pagos de enero. No es una situación exitosa”, remarcó.

“Creo que hay relación entre el nivel de reservas y riesgo país. Los inversores están esperando que, después de las elecciones, haya retoques a la política económica”, aseguró.

El exsecretario de Finanzas sostuvo que “Argentina no debería tener dificultades para reducir el riesgo país, dado que su nivel de deuda neta no es elevado”. Sin embargo, aclaró que “para que se produzca un desplome del indicador, el mercado necesita ver que los dólares efectivamente estén en la caja del BCRA”.

Por su parte, el Grupo IEB recordó que el riesgo país subió 214 puntos en los últimos dos meses y que el spread del EMBI se ubica en niveles similares a los de 2012-2014. “Las reservas son hoy la principal preocupación del mercado, incluso más que el resultado fiscal. Solo con el envión de las elecciones nacionales, Argentina podría volver a un riesgo país en torno a los 500 puntos básicos”, evaluaron sus analistas.

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