16 de enero 2022 - 00:00

Para inversores: a qué apostar en la segunda quincena de enero

En las últimas semanas hubo varias novedades en materia económica que modificaron un poco el escenario observable a la hora de tomar decisiones de inversión. En este contexto diversos especialistas repasaron en diálogo con Ámbito cuáles son los activos más atractivos.

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En las últimas semanas hubo varias novedades en materia económica que modificaron un poco el escenario observable a la hora de tomar decisiones de inversión. En este contexto dominado por la incertidumbre, tanto a nivel local como internacional, diversos especialistas repasaron en diálogo con Ámbito cuáles son los activos financieros más atractivos para proteger el poder adquisitivo en esta segunda quincena de enero.

En el plano doméstico, las públicas diferencias con el Fondo Monetario Internacional (FMI) generaron algunos temores sobre una posible frustración o demora del acuerdo con el organismo. Mientras tanto, el Banco Central (BCRA) ajustó levemente al alza las tasas de interés y el ritmo de aumento del dólar, aunque el recientemente publicado dato de inflación de diciembre nos sugiere que ambas variables seguirían retrasadas en términos reales.

Inversiones en bonos en dólares

Las tensiones con el FMI provocaron una caída de hasta 13% en los principales bonos soberanos en dólares desde que comenzó 2022, cuyos precios están muy cerca de sus mínimos desde el canje con bonistas privados de 2020. Por ende, el Riesgo País alcanzó su nivel más alto desde fines de noviembre, cerca de los 1.900 puntos básicos.

Frente a las dudas, Maximiliano Bagilet, asesor financiero de TSA Bursátil, recomendó a este medio evitar estos títulos pese a sus deprimidos valores. Sin embargo, para aquellos inversores que acepten algo de riesgo en su cartera, reconoció que “los soberanos por debajo del 30% de paridad (respecto de su valor técnico al momento de emitirse) se vuelven atractivos”.

En caso de que el inversor opte por esta alternativa, el analista ve más potencial en los bonos globales (bajo ley extranjera), ya que pueden beneficiarse de un mayor apetito de los inversores internacionales en caso de que haya acuerdo con el Fondo.

Por su parte, Andrés Nóbile, director de inversiones en MegaQM, proyecta que los bonos en dólares tienen margen para recuperar terreno en caso de que se logre reestructurar la deuda con la institución que conduce Kristalina Georgieva, teniendo en cuenta que los precios actuales “reflejan valores que son solamente compatibles con procesos agresivos de reestructuración en el corto plazo”, y que los activos tienen un ritmo de devengamiento de intereses alto.

Aun así, para el inversor posicionado en dólares y que considera un alto riesgo de no acuerdo con el FMI, Nóbile sugirió Obligaciones Negociables (ONs) en moneda extranjera. Bagilet también mira con buenos ojos a la deuda en dólares corporativa, “focalizando en aquellos títulos con vencimiento en 2023 y rendimientos en torno al 8% anual, aunque reconociendo el potencial de ciertos instrumentos como las ONs de YPF a 2026, con amortizaciones periódicas desde 2023 y rendimientos entre el 13% y 14%”.

Inversiones en bonos pesos

En cuanto a las inversiones en pesos, el mercado monitorea atentamente la carrera entre inflación, tipo de cambio y tasas. Hace unos 10 días el BCRA elevó la tasa nominal anual de política monetaria desde el 38% al 40%, lo cual implica un rendimiento efectivo anual del 48,3%. Asimismo, parece haber ajustado el ritmo de devaluación; el dólar mayorista se encamina a registrar un alza mensual superior al 2% en enero, algo que no ocurre desde marzo de 2021.

Ambas correcciones todavía resultan insuficientes para ganarle a la inflación que en 2021 alcanzó el 50,9%, en diciembre fue de 3,8% y se estima que seguirá estando en torno al 3% mensual en el corto plazo.

Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI), advirtió en conversaciones con Ámbito que “considerando la buena performance que tuvieron los títulos CER (crecieron más de 70% en 2021, en promedio), podría ser un buen momento para reducir la exposición en estos activos”.

En ese sentido, aclaró que, si bien mantienen a los activos indexados a la inflación como principal componente de las carteras recomendadas, en este momento desde PPI asignan una mayor ponderación a bonos Dólar Linked o ajustables a Tasa Badlar. El especialista estima que la caída en la demanda estacional de pesos desde fines de enero, sumado a un posible impacto mayor al esperado de la sequía sobre la liquidación de divisas, puede incrementar la presión sobre el tipo de cambio, y a la vez sobre la necesidad de incrementar nuevamente las tasas.

En TSA Bursátil también recomiendan invertir una parte importante de la cartera en Dólar Linked. “Un tipo de cambio real en niveles por debajo del 2018, nos indica claramente que la contención del tipo de cambio, en términos relativos, no va a ser sostenible por mucho tiempo más”, sostuvo Bagilet.

Al igual que sus pares, Nóbile considera una buena opción buscar cobertura en dólares, la cual se puede lograr mediante Fondos Comunes de Inversión (FCI) como el Megainver Renta Fija Cobertura o el Quinquela Renta Mixta. Además, remarcó al Quinquela Total Return y al Megainver Retorno Absoluto como FCI atractivos para quienes buscan protegerse contra la inflación.

“La suba de tasas impactó en la curva de rendimientos en pesos, pero los niveles actuales no son suficientes, dado el ritmo inflacionario, para alcanzar tasas positivas en términos reales. Es decir que la inflación sigue estando por arriba de la tasa de interés. Por eso todavía seguimos prefiriendo instrumentos indexados”, acotó.

Inversiones en acciones

En el plano internacional, el endurecimiento de la política monetaria de la Fed se lleva casi todas las miradas. En su última reunión de diciembre, la mayoría de los funcionarios del banco central de EEUU marcaron la necesidad de subir tasas antes de lo esperado y reducir la tenencia de activos, con el objetivo de combatir una inflación que fue la más alta en casi 40 años en la principal potencia del mundo.

La postura más agresiva de la Reserva Federal suele perjudicar a las acciones denominadas “de crecimiento” como las tecnológicas. Es por eso que desde TSA ven con buenos ojos tomar ganancias en dicho sector, “rotando hacia el sector industrial o mercados emergentes”.

Paralelamente, para quienes quieran apostar en el segmento de renta variable, Abdala destacó como “gran opción” a los Cedears de ETF (fondos de inversión que generalmente replican índices bursátiles o activos vinculados a determinados sectores) que recientemente comenzaron a cotizar en el mercado local. “El empleado norteamericano tiene dentro de su fondo de pensión asignada una cuota para inversiones, por ejemplo en el S&P 500. Tener acceso a eso en pesos es una gran solución”, remarcó.

Entonces, ¿cómo queda la cartera?

Con todos los factores previamente mencionados influyendo sobre la estrategia de inversión, en TSA sugirieron conformar la cartera de la siguiente manera: 30% en Obligaciones Negociables, 20% en CEDEARs (Coca Cola, AT&T, Verizon, Exxon, Citi, Goldman Sachs y Walmart), 20% en bonos Dólar Linked, 10% en bonos CER y 20% de liquidez en dólares, "accediendo al tipo de cambio libre bursátil (MEP), a la espera de una corrección en el mercado de bonos en dólares".

En resumen, las distintas sugerencias tienen en común la presencia de activos indexados, con mayor presencia de los títulos ajustables al tipo de cambio oficial en comparación con meses anteriores. En cuanto a los bonos en dólares la elección pasa por cómo se pondera la disyuntiva "riesgo vs precios", mientras que entre las acciones los Cedears (elegidos de manera selectiva) son la opción más recomendada.

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