AMIA: trece años, la cifra clave para comunidad judía

Daniel Scioli visitó ayer la sede de la AMIA y se reunió con Aldo Donzis, su titular. Mañana, allí mismo, será el acto central en memoria del atentado.

Mañana como ya todos los 18 de julio desde hace más de una década, los familiares y amigos de las víctimas del atentado contra la AMIA volverán a reunirse frente al reconstruido edificio de Pasteur 635. La recordación comenzará esta noche con el ya tradicional acto de los jóvenes, muchos de los cuales permanecerán frente al edificio hasta mañana a la mañana.

Esta vez se cumplen trece años del peor atentado de la historia argentina, una cifra que para la ley y la tradición judías tienen un enorme significado.

Tal como dijo el viernes en el templo NCI Emanuel su rabino Alejandro Avruj, la cuenta implica que todos los chicos que hagan su bar mitzvá durante lo que resta de este año habrán nacido después de la bomba. El «bar mitzvá» es para los varones judíos su ingreso al mundo adulto, la posibilidad de abrir y leer la Torá (Antiguo Testamento) y la asunción de responsabilidades que hasta ese momento son de su padre.

«Los chicos de trece años no saben que antes del 18 de julio de 1994 había una vida judía en la Argentina diferente a ésta», dijo el religioso.

Comprobación

Lo cierto es que mañana se comprobará si los intentos del grupo Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA lograron su objetivo de ampliar la convocatoria a otros sectores de la sociedad argentina (además de los judíos); después de todo, es casi obvio plantearlo, el atentado fue en Buenos Aires y casi todas las víctimas eran ciudadanos argentinos.La presencia de Néstor Kirchner y de su esposa Cristina de Kirchner ha sido garantizada por sus allegados más íntimos; el orador principal -a quien precederán la ex diputada española y experta en terrorismo islámico Pilar Rahola y el titular de la AMIA Luis Grynwald-será Sergio Burstein, de Familiares. Desde ya, este grupo guarda bajo siete llaves el contenido y hasta la orientación de su discurso.

¿Se repetirá para Kirchner el mal trago del año pasado, cuando Luis Czyzewski -padre de Paola, muerta ese 18 de julio-atacó con dureza al gobierno por reiteradas promesas incumplidas? Un día después, Kirchner usó la inauguración de un puente en el Gran Buenos Aires para atacar sin piedad y con desmesura a Czyzewski, que no es un adversario político sino apenas un padre dolido por la larguísima negación de justicia.

Finalmente, lo que reclamaba ese día Czyzewski sucedió poco después: el fiscal Alberto Nisman divulgó la lista de funcionarios y ex funcionarios iraníes a los que acusó de instigar, planear, preparar y financiar el ataque terrorista; algunos de ellos están «buscados» por Interpol (otros no). Era un secreto a voces que el informe estaba listo, pero que la fiscalía demoraba su publicación «por cuestiones políticas».

Acercamiento

Desde entonces el gobierno nacional intentó reacercarse a la comunidad judía, con la cual las relaciones -tras el exabrupto contra el familiarse habían deteriorado. En ese acercamiento jugó un rol importante el cónsul en Nueva York, Héctor Timerman, que mañana desayunará con las autoridades de la AMIA y la DAIA, para luego bajar y participar del acto.

Otros gestos, como disponer que la Policía Federal haga sonar todas sus sirenas a las 9.53 (hora del atentado) y el riesgo tomado por el matrimonio presidencial de no ser bien recibido mañana son parte de una estrategia global frente a la comunidad judía, a la que se considera en la cercanía del gobierno la llave que abre puertas a negociaciones clave en Washington.

En tanto, siguieron ayer las manifestaciones de apoyo: el vicepresidente Daniel Scioli, la vicejefa de Gobierno porteño electa, Gabriela Michetti, y trece embajadores (EE.UU., Israel, Turquía, Chile, Perú, Alemania, Francia, Holanda, Rusia, Suiza, Austria, Polonia y República Checa) visitaron ayer la sede de la DAIA, todos ellos para llevar su mensaje de solidaridad.