Pandemia en Barcelona: montaron una funeraria de campaña para 2.000 féretros en un estacionamiento

El Grupo Mémora habilitó 5.000 metros cuadrados de un estacionamiento para abastecer la gran demanda de servicios funerarios españoles. La empresa Eurocoffin fabrica 150 ferétros al día, los reparte de forma instantánea y el stock esta al límite.

Más de 300 fallecidos por covid son almacenados en el estacionamiento de la funeraria de Collserola a la espera de ser inhumados o cremados. La espera por cremaciones alcanza 10 días.

Más de 300 fallecidos por covid son almacenados en el estacionamiento de la funeraria de Collserola a la espera de ser inhumados o cremados. La espera por cremaciones alcanza 10 días.

Foto: Nicolás Carvalho Ochoa (desde Barcelona)

En la ciudad catalana de Barcelona se desplegó un operativo de emergencia para evitar el colapso de los servicios fúnebres ante la cantidad de fallecidos a causa de la pandemia del coronavirus. El Grupo Mémora de servicios funerarios, con presencia en 21 provincias españolas, efectuó un dispositivo de campaña ante la crítica situación que se vive hoy en España. Actuando con previsión, y estudiando los números de fallecidos y el crecimiento de la curva que se estaba produciendo en Madrid, organizaron un modelo de funeraria en las dos plantas del estacionamiento ubicado en la sierra Collserola, al norte de la ciudad.

En un día normal, en Barcelona solían recibir entre 30 y 40 fallecidos por día. En las últimas semanas, a causa del virus, han contado con entre 200 y 300 fallecidos al día, generando una demanda de trabajo muy superior. Esto llevó a que el comité de Serveis Funerarios de Barcelona de Mémora habilitara las dos plantas del estacionamiento de 2.500 metros cuadrados cada una, ante un crece frenético de defunciones. Así, el parking se convirtió en un depósito de féretros cerrados y refrigerados entre los 4 y 6 grados centígrados, y en una de las escenas más duras de España.

Fábrica de féretros 02
Un empleado de Mémora revisa la identidad de uno de los difuntos previo a ser enviado al cementerio.

Un empleado de Mémora revisa la identidad de uno de los difuntos previo a ser enviado al cementerio.

El vocero de Mémora, Fernando Sánchez Tulla, asegura que el dispositivo que han montado tiene capacidad para 2.000 difuntos. “Este modelo que está funcionando muy bien, lo armamos viendo lo que estaba sucediendo en Madrid, donde se ha ido improvisando sobre la marcha”, sentenció. Por su parte, en la capital española se utilizan el Palacio de Hielo y la Ciudad de la Justicia para resguardar a los cadáveres. “El tema aquí era evitar el colapso”, remarcó el director de relaciones institucionales de la compañía. Es por ellos que se adelantaron antes que la cantidad de fallecidos crecieran en la ciudad y comenzaron a organizar este espacio como el lugar con la mayor concentración de muertos por coronavirus en España.

“Hacemos todo el proceso, vamos a los hospitales, residencias y domicilios. Almacenamos los féretros, contactamos con la familia para que elijan el ataúd y procedemos en la medida de lo posible al entierro o cremación”, comenta Sánchez Tulla. En estos momentos, las cremaciones en Barcelona están colapsadas porque sólo hay un lugar habilitado en toda la ciudad para hacerlo. Mémora ofrece todo el tiempo que sea necesario hasta que puedan salir hacia el cementerio o el crematorio.

En Barcelona los cementerios están colmados y las cremaciones tienen hasta 10 días de espera. Los cuatro hornos del crematorio de Montjuïc permiten realizar una cada tres horas y esto resulta insuficiente. En Mémora se ven obligados a ofrecer a algunas familias la posibilidad de un entierro provisional antes de poder exhumar y cremar el cuerpos, por ley, recién a los dos años. Nueve meses atrás, el Ayuntamiento de Barcelona cerró el principal crematorio, justo al lado del tanatorio de Collserola, por tener altos índices de emisiones, faltas de filtros y necesidad de renovación.

Fábrica de féretros 03
Dos trabajadores trasladan uno de los cuerpos a un coche que se dirige al crematorio de Montjuic, el único habilitado en toda la ciudad.

Dos trabajadores trasladan uno de los cuerpos a un coche que se dirige al crematorio de Montjuic, el único habilitado en toda la ciudad.

Muchos de los fallecidos ni si quiera pasaron por un hospital. Y también a muchos que entraron en situación crítica repentinamente ni siquiera fue posibles hacerles el test del Covid-19. Por eso en el tanatorio se los trata a todos por igual, ya que no hay manera de saberlo y lo mejor es ser precavidos y cuidadosos ante cada caso por igual. “A todos los consideramos Covid-19 porque debemos tomar las precauciones sanitarias necesarias para todos, no sabemos exactamente quien murió por coronavirus y quién no. El número de fallecidos en domicilio y en residencias no se sabe con exactitud, y tampoco la causa de la muerte. Alguien que murió por una neumonía pudo haber fallecido por coronavirus, o no”, aclara Sánchez Tulla.

La fábrica de ataúdes

Eurocoffin es la encargada de confeccionar los ataúdes. Antes de la pandemia, fabricaban 50 ataúdes por día, pero ahora están creando 150 al día. La fábrica poseía 1.000 féretros en stock antes de la pandemia, pero cuando el Covid-19 se disparó, todos fueron vendidos repentinamente.

Fábrica de féretros 04
La fábrica Eurocoffin en plena producción. Alrededor de 150 ataúdes son confeccionados cada día y apenas se ultiman son embalados para su immediato reparto.

La fábrica Eurocoffin en plena producción. Alrededor de 150 ataúdes son confeccionados cada día y apenas se ultiman son embalados para su immediato reparto.

El ritmo de la fabrica es un no parar y sus 30 empleados, cada uno completamente concentrado en su sección, no parece perder un sólo minuto de tiempo. Trabajan de manera casi mecánica en la confección de los ataúdes al mejor estilo Ford. En un área se corta, en otra se pegan las piezas, en la siguiente se barniza y luego se procede a al secado que dura unas dos horas. En la etapa final, se realiza el tapizado y se embalan para su transporte y entrega. En estos días, el almacenaje es nulo, ya que los féretros se distribuyen apenas fueron terminados de confeccionar.

Fábrica de féretros 05
Área de barnizado de los féretros. La cadena humana no se detiene y los empleados deben barnizar un ataúd tras otro apenas los reciben de la sección anterior.

Área de barnizado de los féretros. La cadena humana no se detiene y los empleados deben barnizar un ataúd tras otro apenas los reciben de la sección anterior.

Algunos pueden tardar pocas horas, pero los más finos y selectos pueden requerir un total de hasta 15 horas, y es ahí cuando más se trabaja a bajo presión y a contrarreloj. El precio de los féretros oscila entre un gran rango económico que va desde los 122 euros a los 7.200 para los que más quieren gastar en el despido de sus seres queridos. Bajo condiciones normales, los pedidos solían ser de gama alta, pero desde que se declaró el estado de alarma, se desató la crisis y hoy en día suelen gastar la mitad de lo que solían hacerlo, eligiendo cajones de gama más baja.

El virus generó una crisis económica y un distanciamiento social sin precedentes. La obligación de quedarse en casa e intentar no propagar el virus continúa despojando a muchos familiares la posibilidad de despedirse de sus seres más queridos. Un virus invisible arrebata vidas y paraliza a medio mundo, genera crisis en casi todos los niveles de nuestras vidas y lo cuestiona y frena todo, mientras tanto, la funeraria y la fábrica de ataúdes de Barcelona no tienen un momento para detenerse. El virus vuela.

Fábrica de féretros 06
Al concluir las etapas de de construcción y barnizado, los féretros son trasladados a las salas de secado donde el proceso alcanza laa dos horas de duración.

Al concluir las etapas de de construcción y barnizado, los féretros son trasladados a las salas de secado donde el proceso alcanza laa dos horas de duración.

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