Fin de año: ¿Cómo afecta al cerebro?

La finalización del 2022, con todo lo que eso conlleva, puede afectar de manera negativa a la salud cerebral. Conoce los cuidados.

Diciembre es el mes más esperado y más emocionante del año, porque con él no solo llegan la Navidad y las fiestas de fin de año, sino que también es el momento perfecto para dejar de lado esos malos momentos atravesados durante los últimos 12 meses.

El comienzo de un nuevo año está tan solo a unos pocos pasos. Pero, aunque esperamos todo el año por estas fechas, finalmente el estrés, la ansiedad y el cansancio mental se hacen presente.

Cómo afecta al cerebro la llegada de fin de año

La llegada de las fiestas, las vacaciones de verano, el fin de clases, los reencuentros y compromisos típicos de la época suelen hacernos vivir este mes a las corridas. A todo esto, se suma repensar en todos los objetivos que nos pusimos a comienzos del año y que no logramos cumplir, un aspecto que implica una mezcla de alegría, melancolía y frustraciones.

Porque no sólo la Navidad es una fecha complicada, considerando la cantidad de regalos y preparativos, sino que es a fin de año cuando hacemos un recuento de lo que pasó, dependiendo de las prioridades de cada persona.

Estrés de Fin de Año

Las vacaciones no sólo están llenas de sentimientos de gratitud, sino también de las tensiones de compras, los viajes y los regalos. Un estudio realizado por psicólogos demostró que 8 de cada 10 personas tiene un sentimiento anticipado a las vacaciones. En el cerebro, esto se aprecia en el hipocampo, asociado con la emoción y la memoria. Esto explica por qué nos volvemos irritables e incluso a veces olvidadizos cuando estamos ansiosos.

Cambio de temporada

Aunque generalmente asociamos a la primavera o el otoño con el trastorno afectivo estacional (una forma de depresión clínica), ésta también ocurre en verano. Suele estar asociado con la humedad y las altas temperaturas, que producen malestar e irritabilidad.

La sensación de calor y la imagen corporal, que para muchos puede provocar incomodidad al no sentirse conformes con su aspecto físico, más aún cuando hay que salir con menos ropa y en la playa con los bikinis o shorts. Esto se manifiesta en: insomnio, pérdida del apetito, baja de peso, cambios de humor y ansiedad.

Modificaciones en el reloj

En verano e invierno, el reloj biológico avanza a intervalos de cuatro minutos, independiente del cambio de hora para aprovechar la luz del sol. El organismo no se adapta y los ciclos de sueño y vigilia continúan normalmente, aunque la trasnoche se alarga debido a que la temperatura nocturna es más agradable.

Dormir más

Las vacaciones son el momento ideal para disfrutar dormir por más tiempo o aprovechar las siestas. Investigaciones de Harvard y la Nasa han demostrado que dormir 25 minutos aumenta por 10 horas el sentido de la atención; 45 minutos por la tarde aumenta la capacidad de aprendizaje y la memoria, con efectos positivos sobre la concentración, coordinación y presión sanguínea; y una hora y media ayuda a descansar sin despertar desorientado.

GQ España