La lechuga es uno de los ingredientes más comunes y versátiles en la preparación de ensaladas. Sin embargo, su textura delicada y tendencia a acumular suciedad y residuos requieren una atención especial durante el proceso de lavado y preparación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 200 enfermedades son causadas por el consumo de alimentos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas.
¿Cómo desinfectar la lechuga correctamente?
Este vegetal es un alimento muy saludable para nuestra dieta. Sin embargo, puede portar organismos pesticidas que causan enfermedades.

Antes de abordar el proceso de lavado, es esencial comenzar con una lechuga fresca y de alta calidad. Al elegir lechuga en la verdulería, busque hojas que sean crujientes, de color verde vibrante y sin signos de deterioro. Evite las hojas marchitas o con manchas.
Cómo lavar la lechuga correctamente, paso a paso
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Área limpia: previo a comenzar, asegurarse de tener la cocina limpia y de lavar sus manos con agua y jabón para evitar contaminar la lechuga con gérmenes.
Separar las hojas: Desprender suavemente las hojas de la cabeza de lechuga. Esto permitirá un acceso más efectivo para el lavado y eliminará cualquier hoja dañada o marchita.
Llenar un recipiente con agua fría: Utilizar un recipiente grande y limpio y llenarlo con agua fría. Colocar las hojas de lechuga en el y sumergirlas completamente. Agitar suavemente las hojas para eliminar cualquier suciedad o arena.
- Agregar limón o vinagre: Una cucharada de vinagre blanco o el jugo de medio limón ayudarán a desinfectar las hojas.
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Enjuagar bajo agua corriente: Retirar las hojas del recipiente y enjuagar bajo un chorro de agua fría. Asegurarse de enjuagar cada hoja individualmente para eliminar completamente cualquier residuo.
- Colocar las hojas en un escurridor: O sobre papel de cocina para eliminar el exceso de agua antes de usarlas o guardarlas.
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