19 de diciembre 2013 - 23:54
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La familia de Villegas acusó de "gatillo fácil" a los efectivos involucrados en el caso y remarcaron que el joven "jamás tuvo un incidente con la Policía". "Era un chico sano y trabajador", agregaron sus allegados, e insistieron: "Los policías siguen trabajando como si nada, amenazando a la familia (de Samuel)".
Un hermano del joven muerto dijo que la familia cuenta con el respaldo de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) y de Madres del Dolor, que la están ayudando en busca de avanzar con la causa.
Los allegados a Villegas cortaron la 9 de Julio mostrando pancartas que decían: "Queremos que haya igualdad de justicia entre el pueblo y uniformados. Y que avancen rápida y justamente en las causas de nuestros seres queridos". La muerte del joven se produjo durante la madrugada del domingo 22 de mayo del año pasado en el barrio El Matadero de Belén, en Escobar.
De acuerdo con la versión policial del incidente, en medio de una supuesta persecución, Villegas disparó con una escopeta contra el patrullero que seguía al Volkswagen Gol en el que se trasladaba junto a su novia, un amigo -que manejaba- y otra chica del barrio.
En el cruce de Jujuy y San Isidro, los dos jóvenes bajaron del vehículo para escapar por un descampado -según dijo la Policía-, pero el joven apenas si pudo caminar antes de caer al suelo y fallecer tras ser baleado.
Su familia niega de plano que estuviera armado y asegura que lo mataron porque venía de pelearse con un vendedor de drogas que tendría contactos con los policías, por lo que rechazan en forma tajante la versión de los uniformados.
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