Integrantes del cuerpo de delegados del gremio de juegos de azar ( ALEARA) y militantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) se enfrentaron ayer con fuerzas policiales ante las puertas del Ministerio de Trabajo cuando los efectivos de seguridad impidieron la instalación de una olla popular.
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El sindicato respalda el reclamo de los trabajadores, que exigen la inmediata reapertura de los barcos-casino y el pago de salarios adeudados, aunque explicaron que la organización «nada tiene que ver con los hechos de violencia entre policías, delegados y estudiantes».
Los activistas del juego cortaron en la tarde de ayer la avenida Leandro N. Alem en la vía que circula hacia el sur de la Ciudad de Buenos Aires, ocasionando un embotellamiento que impidió el tránsito a la salida de las oficinas del microcentro.
Los empleados del juego que trabajan en el casino flotante de Costanera Sur están enfrentados entre quienes quieren permanecer dentro del sindicato de la actividad y los que buscan cambiar de representación y pasar al sindicato de los portuarios. También se quejan de la crisis que ha producido la fusión de la empresa española concesionaria original de los casinos con la que maneja el empresario chubutense Cristóbal López, ligado estrechamente al gobierno Kirchner. Esa fusión, entienden, produciría despidos. A raíz de esas pujas el casino flotante ha paralizado su actividad desde hace un mes.
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