2 de diciembre 2021 - 12:31

El sueño trunco de la escuela propia: cuando la inclusión no es negocio

Mientras transitamos la semana por la Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad, surge una pregunta: ¿El empresariado argentino lleva adelante realmente programas inclusivos? ¿La R.S.E. y la sustentabilidad como políticas públicas/privadas, son realmente prácticas responsables?.

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Estamos transitando la celebración de la semana por la Promoción de los Derechos de las Personas con Discapacidad y no puedo pasar por alto esta fecha. Hace 30 años, un 24 de noviembre de 1991 empecé junto a otros papás de niños con síndrome de down / discapacidad intelectual, y también algunos profesionales que los atendían, el camino hacia nuestra tan deseada escuela especial. Nuestros primeros pasos fueron como un grupo parroquial y después fundamos el Instituto de Apoyo al Síndrome de Down y Retardo Mental Leve – INASD Y RML, una Asociación Civil sin Fines de Lucro reconocida como entidad de bien público. Por nuestra precaria situación económica no pudimos ser una fundación, pero igualmente sentamos las raíces de nuestro sueño y empezamos a trabajar por él. El camino fue largo, con alegrías y decepciones, con obstáculos y prejuicios. Dábamos un paso para adelante y dos para atrás, pero nada nos apartó de nuestro objetivo y en el año 2001, después de 10 años, pudimos decir sueño cumplido. Ya teníamos la escuela, la primera Escuela Especial de Gestión privada autorizada por la DIEGEP, en la ciudad de Pergamino.

Funcionamos primero en una casa cedida en comodato por una familia de nuestra ciudad, la familia Vázquez, y debido al permanente crecimiento de matrícula nos mudamos 4 veces, siempre alquilando e invirtiendo en adaptar los espacios para cumplir con los requisitos del Servicio Nacional de Rehabilitación, la Diegep y las Obras Sociales que son quienes abonan (a veces) las prestaciones que reciben sus afiliados.

Un falso preconcepto

Su condición de “privada" la rodeó de un falso preconcepto: era una escuela para ricos. Pero la trayectoria demostró que no fue así: la matrícula siempre estuvo conformada por niños y jóvenes procedentes en su mayoría de sectores socioeconómicos medios y bajos. Muchos de ellos transitaron toda su escolaridad gracias al sistema de becas.

Crecimos y nos mantuvimos gracias al apoyo de toda nuestra comunidad. Actualmente funciona en un edificio localizado en Ugarte 427, con una matrícula de 70 alumnos de Pergamino y ciudades y pueblos vecinos, lista de espera para el ingreso y 25 personas trabajando entre docentes, preceptores, Terapista Ocupacional, Psicopedagoga, Fonoaudióloga, profesor de educación física, dos Representantes Legales y personal de servicio.

Nuestra realidad

En octubre de 2020, habiendo podido cobrar una deuda que el Estado tenía con la escuela por prestaciones brindadas al programa federal Incluir Salud, se decidió iniciar, en un terreno que el Municipio de Pergamino donara en 2007, la construcción del Edificio propio. Basado en un proyecto de la Arquitecta Cecilia Pérez Ruiz, mamá de un ex alumno de la escuela y ejecutado por la firma Tidelco SA de Pergamino. Tiene una superficie aproximada de 560 metros cuadrados, 5 aulas, 2 cocinas taller, sanitarios, gabinete, direcciones, depósitos, cocina para auxiliares, suministros, patio semi cubierto .A la fecha se logró llevar a cabo solo el 25 % de la obra que requirió de una inversión de 10 millones de pesos, que se afrontaron con los recursos propios que mencioné anteriormente y 2 subsidios derivados de fondo educativo otorgado por el Municipio de Pergamino, por un monto de 600 mil pesos y 30 mil de la Cámara de Diputados de la Nación , como siempre las empresas privadas de Pergamino han mostrado un nivel de compromiso muy loable con nuestro proyecto, donando materiales y equipamiento y también muchos particulares y familias de la Escuela hacen aportes de acuerdo a sus posibilidades ..

La indiferencia de la banca

Toda la ayuda recibida del sector privado nos está permitiendo avanzar en la ejecución de obra, a pesar de no haber podido acceder a ninguna línea de crédito ni tampoco haber logrado interesar en nuestro Proyecto educativo a Fundaciones como la del Banco Provincia, entidad de la cual somos clientes hace 15 años.

En 30 años golpeamos muchas puertas, recorrimos entidades bancarias oficiales y privadas, todas con la misma respuesta “no existen líneas de crédito para ONGs".

Y me pregunto: ¿hablamos de inclusión? ¿Tan difícil es darse cuenta que también somos un sector activo de la economía que da empleo por ahora a 25 personas? ¿Que estamos dando una respuesta real a problemáticas socio-educativas complejas, apoyando y acompañando el rol del Estado? ¿Que trabajamos incansablemente y ad honorem siempre para mejorar ésta realidad social que nos atraviesa con un accionar transparente? Necesitamos políticas públicas reales (no virtuales) que realmente nos acompañen, a nosotros y a todas las ONG, promoviendo el verdadero respeto por las diferencias y apuntando a convertirnos en una sociedad más equitativa, más justa, más inclusiva.

Es nuestro último gran esfuerzo lograr el edificio propio, no podemos esperar otros 30 años para lograrlo, el Estado Nacional tiene que reabrir el programa de financiamiento a través de subsidios por Ley de cheques, que desde el 2019 no se abre, que está destinado a organizaciones gubernamentales y no gubernamentales...fondo exclusivo que financia programas orientados a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus familias .

¿Qué ofrece la escuela? ¿Cuál es nuestra misión?

Esta escuela ofrece prestación educativa a niños y jóvenes con discapacidad intelectual. con proyectos personalizados, proactivando las capacidades y talentos de cada alumno. Funciona en jornada completa de 8,30 a 16,30 hs. correspondiendo el turno mañana a las tareas pedagógicas y el turno tarde a los talleres del área tecnológica -familia de alimentos- del Centro de Formación Integral. Los alumnos desayunan, almuerzan y meriendan en el establecimiento.

Cuenta con proyectos de integración educativa en niveles primario, secundario e inclusión socio-laboral con pasantías no rentadas. El objetivo es es brindar una formación integral-general y una formación profesional u ocupacional que contemple en la última etapa de la trayectoria escolar una incorporación progresiva de sus alumnos al mundo socio-productivo a través de estrategias de inclusión educativa o inclusión socio laboral.

Nuestra misión se fundamenta en propiciar a niños y jóvenes con discapacidad intelectual herramientas y apoyos que promuevan la permanencia en el sistema educativo como también una mejor calidad de vida presente y futura dentro de un marco de equidad pertenencia y calidad.

Nosotros practicamos la inclusión cada día. Con acciones y herramientas que hacen que nuestros alumnos puedan transformar sus realidades. Y para poder seguir necesitamos dejar de ser invisibilizados, necesitamos que nos miren, que nos atiendan, que nos tengan en cuenta. Apelo a la Responsabilidad Social Empresaria, a los funcionarios y a cada una de las personas que me está leyendo, para que con su aporte, por mínimo que les parezca, colabore para que la inclusión deje de ser una mito para pasar a ser una realidad.

Para el 75 % que resta de la obra necesitamos reunir 80 millones de pesos. Por favor que no pasen 30 años más. Cuando empecé éste camino mi hijo mayor, Augusto, que tiene síndrome de down tenía 4 años. Hoy tiene 34, él ya no va a la escuela, pero hay muchos niños y jóvenes esperando. Acá estamos.

EL DATO

Donaciones: Banco Credicoop, CBU Nº: 19103383 55033800984696. Contacto: 2477–58-6438 Whatsapp escuela

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(*) María Rosa León es co-fundadora de la Asociación Civil INASD y RML.

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