15 de noviembre 2007 - 00:00

Hallan una nueva y extraña especie de dinosaurio africano

Nigersaurus Taqueti.
Nigersaurus Taqueti.
Una nueva especie de dinosaurio africano, de 110 millones de años de antigüedad y morfología extraña, como un hocico que funcionaba como una especie de aspiradora, fue presentada ayer en Washington por paleontólogos estadounidenses.

Este dinosaurio saurópodo (herbívoro y cuadrúpedo), cuyos huesos fosilizados fueron encontrados en Níger, fue bautizado Nigersaurus Taqueti.

Paul Sereno, que lideró la empresa, indicó en la sede de National Geographic que lo bautizó Taqueti en honor al paleontólogo francés Philippe Taquet, quien alumbró la existencia de este animal cuyos fósiles fueron hallados por primera vez en 1950.

Didier Duthiel, un miembro del equipo de Sereno, de la Universidad de Chicago, fue el primero en observar los huesos del esqueleto del Nigersaurus en 1997. En esa expedición y en una subsecuente, el equipo recolectó casi el 80% del total del esqueleto.

La osamenta del animal reconstituido en el Museo de National Geographic tiene 13 metros de largo. Es considerado el primo menor del diplodocus de América del Norte.

Por su parte, con un cuerpo del tamaño de un elefante, tenía una cabeza que Sereno describió como ultra ligera. Efectivamente, el animal, que tenía dificultades para levantar su cabeza por encima de su espalda, pastaba de una forma que podía sugerir una similitud con una vaca Mesozoica mucho más que con una jirafa herbívora, añadió.

El Nigersaurus poseía además de ese hocico poco común, con narinas externas, una mandíbula que actuaba como un par de tijeras de 30 centímetros de largo y provistas de 500 dientes en total, varios de los cuales servían para remplazar los perdidos o gastados.

"Entre todos los dinosaurios, el Nigersaurus Taqueti batía sin duda el récord Guinness por la cantidad de dientes de remplazo", estimó Paul Sereno, profesor de la Universidad de Chicago (Illinois, norte), que dirigió los trabajos.

Inspeccionarlo con un escáner CT le permitió a los paleontólogos observar en la cavidad del cráneo pequeños canales del cerebro, lo que permitió develar la pose habitual de la cabeza: con músculos orientados hacia el piso, lo que le permitía alimentarse de plantas a ras del suelo.

Esta característica es remarcablemente diferente a la de los hocicos delanteros de la mayoría de los dinosaurios, explicaron los científicos.

Otra curiosidad anatómica del Nigersauros era su columna vertebral con más aire que hueso, indicaron los especialistas.

"Las vértebras son finas como un papel, tan finas que resulta difícil imaginarlas enfrentándose a las tensiones de la vida cotidiana --pero sabemos que lo hicieron y muy bien", indicó Jeffrey Wilson, coautor de la Universidad de Michigan.

"Estamos ante la primera mirada exhaustiva del cerebro del saurópodo, y nos revela importantes detalles sobre la postura y el comportamiento del animal", indicó el integrante del equipo que proyectó el cerebro de la criatura.

El trabajo de Sereno fue auspiciado por National Geographic.

Una exhibición del Nigersauros, incluyendo su cráneo y su esqueleto, abrió sus puertas al público el 15 de noviembre en la sede de la organización.

La anatomía del dinosaurio así como su forma de vida estarán presentadas en el número de diciembre de la revista National Geographic, como también en el periódico digital PLoSONE de la Biblioteca Pública de Ciencia.

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