La Guía Michelin anunció la creación de los “racimos”, una inédita clasificación destinada a calificar viñedos con tres niveles de excelencia. Con esta decisión, la publicación francesa continúa expandiendo su influencia más allá de los restaurantes y hoteles, incorporando por primera vez un sistema propio para reconocer la producción vitivinícola.
La Guía Michelin suma una nueva clasificación dedicada al mundo del vino: cómo funcionará el ranking
La guía francesa dará un paso histórico e incorporará una distinción inédita para el universo vitivinícola, con impacto global.
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La Guía Michelin incorporará por primera vez una distinción exclusiva para viñedos.
Cómo funcionará la nueva clasificación
El director de la guía, Gwendal Poullennec, explicó que esta iniciativa busca ofrecer un nuevo marco de referencia para quienes valoran la calidad del vino. “Abrimos un nuevo capítulo para ofrecer a los amantes del buen comer un nuevo referente con el que celebrar los talentos vitícolas”, afirmó durante la presentación.
El sistema constará de tres categorías:
- Un racimo, para viñedos considerados de gran calidad.
- Dos racimos, para aquellos calificados como de excelencia.
- Tres racimos, la distinción máxima, reservada a casas de excepción.
Además, habrá una mención “recomendado” para bodegas que aún no alcancen el primer nivel.
Los criterios de evaluación y el equipo encargado
Para definir la jerarquía, Michelin evaluará cinco aspectos centrales: la agronomía del viñedo, el desempeño técnico en bodega, la identidad del vino, su equilibrio y la constancia a lo largo de diferentes añadas.
Según Poullennec, un equipo de especialistas de la casa llevará adelante las visitas y análisis, lo que garantizará “la independencia” del proceso.
La primera etapa se enfocará en dos regiones emblemáticas de Francia: Burdeos y Borgoña, cuyos resultados se revelarán en 2026 durante dos eventos todavía sin fecha confirmada. El plan de la guía es continuar expandiendo la selección a otras zonas del país y, en los próximos años, también al resto del mundo.
Un paso más en la diversificación de la Guía Michelin
La iniciativa se suma a la línea de ampliaciones que la Guía Michelin viene desarrollando desde hace tiempo. Tras introducir las llaves para hoteles el año pasado, la casa continúa explorando nuevos territorios, aunque la relación con el vino no es completamente inédita.
Desde 1900, las primeras ediciones ya valoraban la calidad del vino servido en restaurantes. Luego, en 2004 incorporaron un pictograma para destacar las mejores cartas, y en 2019 se creó un premio de sumillería.
La expansión se consolidó en 2016, cuando Michelin adquirió la Guía Parker, uno de los referentes globales en crítica de vinos. Según Poullennec, esa compra aportó “una habilidad complementaria” para los equipos internos. Aun así, la Guía Parker mantendrá su marca y funcionamiento independiente, tal como confirmó en octubre el director general del grupo, Florent Menegaux.
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