Muerte de la nieta de Cris Morena: un especialista planteó que "alguno de los dos conductores no prestaba atención"

Mientras avanza la investigación por el trágico accidente en la Bahía Biscayne, donde murieron dos nenas argentinas, un experto advirtió que una falta de atención pudo haber sido determinante.

La tragedia dejó como saldo dos niñas argentinas fallecidas y generó una investigación por posible negligencia al mando de las embarcaciones.

La tragedia dejó como saldo dos niñas argentinas fallecidas y generó una investigación por posible negligencia al mando de las embarcaciones.

CNN

La tragedia ocurrida en aguas de Miami, que le costó la vida a dos niñas argentinas, sigue generando conmoción mientras las autoridades locales intentan esclarecer cómo fue que un catamarán y una barcaza terminaron impactando en la zona de la Bahía Biscayne.

En diálogo con C5N, el capitán certificado por la Guardia Costera de Estados Unidos, Manuel Rodríguez Lestón, consideró que el choque pudo haberse producido porque “alguno de los dos conductores no prestó atención”. El especialista, que preside la organización Universo Marino, se encontraba en el lugar al momento del siniestro.

“Ese día yo estaba ahí. Había muy poco viento, lo que hace que un catamarán tenga escasa maniobrabilidad. Y una barcaza es naturalmente muy lenta y difícil de manejar”, explicó el experto en una entrevista con Julián Guarino en El Diario, que se emite por el mismo grupo que integra este medio.

Rodríguez Lestón también indicó que “este tipo de embarcación no es tan común en la zona, pero se pueden ver dos o tres veces por semana”. Sobre las posibles causas, sostuvo que “es un área muy turística, con muchas embarcaciones que no siempre respetan las velocidades permitidas”, aunque aclaró que no es frecuente que ocurran accidentes de este tipo.

El capitán comentó que tuvo acceso a al menos tres videos del momento del impacto, aunque por su mala calidad no permiten sacar conclusiones claras. Sin embargo, reveló que “desde otro ángulo, a unos tres o cinco metros, se ve cómo el catamarán choca y se hunde debajo de la barcaza”.

Finalmente, subrayó que la investigación sigue en curso y que, aunque todavía no hay confirmaciones oficiales, una distracción mínima en ese entorno puede ser fatal.

Qué se sabe de la investigación hasta ahora

Más allá del dolor, la tragedia abrió interrogantes difíciles de esquivar: ¿Quién estaba al mando de la barcaza? ¿Por qué no vieron el velero? ¿Había alguien haciendo de vigía? Las autoridades prometieron respuestas, pero el caso ya genera fuertes tensiones por sus posibles similitudes con otros accidentes que, en su momento, quedaron impunes.

En el sur de Florida, nadie olvida lo que pasó con Lucy Fernández. Tenía 17 años, una vida por delante, y murió en septiembre de 2022, cuando el yate en el que celebraba un cumpleaños chocó contra una señal de concreto. El barco iba lleno de chicas del mismo colegio y su compañera, Katy Puig, quedó con daño cerebral permanente.

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La nieta de Cris Morena perdió la vida en un accidente náutico, que dejó además a otra niña muerta y a dos menores internadas en estado crítico.

La nieta de Cris Morena perdió la vida en un accidente náutico, que dejó además a otra niña muerta y a dos menores internadas en estado crítico.

El hombre que conducía la embarcación, George Pino, un empresario inmobiliario, no fue sometido a un test de alcoholemia la noche del accidente. La investigación fue, según los familiares, un desastre: sin pruebas básicas, sin declaraciones de testigos clave, con conclusiones que tardaron un año en llegar. Al principio solo lo acusaron de tres faltas menores, cada una con una pena máxima de 60 días de cárcel y una multa de 500 dólares. Recién después de una investigación periodística y el testimonio de un bombero que lo vio en estado de ebriedad, la causa se reabrió y se lo acusó formalmente de homicidio involuntario.

Pero algo cambió. En medio del dolor, la familia de Lucy decidió que su historia no podía terminar ahí. Se unieron con otros padres que pasaron por tragedias similares y empezaron una cruzada para modificar la ley en Florida. Así nació la Ley Lucy.

Esta norma, que entró en vigencia el 1° de julio de este año, transformó en delito grave (felonía), lo que antes era solo una infracción menor: manejar una embarcación de forma imprudente y causar heridas graves o la muerte. Antes, esas situaciones se trataban casi como accidentes de tránsito sin consecuencias reales. Ahora, quien actúe con negligencia en el agua puede enfrentar varios años de prisión.

“La Ley Lucy nos devuelve algo de paz, porque sabemos que puede evitar que otras familias pasen por lo mismo”, dijo Kathya Puig, mamá de Katy, una vez sancionada.

Test de alcoholemia al conductor de la grúa que chocó contra el velero

En el caso de la muerte de la nieta de Cris Morena, el capitán de la barcaza fue sometido a un test de alcoholemia. Incluyó análisis de sangre y fue realizado por la Guardia Costera como parte de la investigación penal. Todavía no se conocen los resultados, pero el hecho de que se haya hecho ese examen marca un contraste con el caso Lucy.

El comandante Frank Florio, a cargo del distrito de Miami, se puso al frente de la investigación y aseguró que el proceso será exhaustivo. Aunque por ahora no hay arrestos, sí se investiga si el operador de la barcaza tenía los permisos adecuados para estar navegando en esa zona y si respetó las normas de seguridad básicas.

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El accidente ocurrió en Miami, frente a la isla Hibiscus, en la bahía de Biscayne.

El accidente ocurrió en Miami, frente a la isla Hibiscus, en la bahía de Biscayne.

¿Podía maniobrar la embarcación? ¿Sabía que en ese sector se realizan actividades con chicos?¿Qué hay de la visibilidad con la que contaba en ese momento? En una zona con tanto tránsito de botes pequeños, no es un detalle menor para los investigadores.

La Guardia Costera investiga quién tenía derecho al paso

Todo indica que uno de los ejes clave será establecer cuál de las dos embarcaciones tenía prioridad de paso. En términos generales, los veleros tienen preferencia frente a las embarcaciones a motor. Pero hay excepciones. Si una barcaza está remolcando una carga pesada o tiene maniobrabilidad limitada por el tipo de trabajo que realiza, puede considerarse como “restringida” y tener prioridad.

En este caso, la barcaza llevaba una grúa y pilotes. Las imágenes muestran un equipo pesado que probablemente dificultaba cualquier giro brusco o cambio de curso. Pero los abogados especializados advierten que eso no libera al operador de su responsabilidad. Tenía que haber un vigía. Tenía que haber precaución. Y, sobre todo, tenía que evitar acercarse tanto a una embarcación con menores a bordo.

El barquero tiene que prever lo que puede pasar. Y si está en una zona de campamentos, tiene que estar doblemente atento”, dijo uno de los abogados consultados por medios de Miami. Otro especialista remarcó que, más allá de lo que dictamine la ley marítima, en términos civiles podría considerarse negligencia el no haber frenado o desviado a tiempo. Y eso podría derivar en una demanda millonaria.

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