23 de marzo 2010 - 23:09
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Películas como "2012" se hicieron eco de la teoría maya.
De acuerdo a la teoría apocalíptica, una alineación de los planetas acabaría con la vida sobre la Tierra, pero la NASA afirma que no hay prevista ninguna alineación planetaria para las próximas décadas. Incluso, en el caso de que se produjera, no tendría ningún impacto sobre el planeta.
"Es un gran engaño", argumentan, sólo una forma más de hacer dinero fácil. De hecho, los libros y películas generados alrededor del tema han logrado muy buenos dividendos. Internet, espacio vital para difundir ocultas teorías y maniobras conspirativas, aportó su grano de arena.
La teoría maya refiere a la existencia de un planeta llamado Nibiru, que habría sido descubierto por los sumerios, y que podría colisionar contra la Tierra. Pero, una vez más, los astrónomos protestan. Si realmente existiera, razonan, Nibiru podría ser apreciado no sólo por los grandes observatorios sino por cualquier aficionado con un telescopio, o incluso a simple vista. El más parecido es Eris, un planeta enano similar a Plutón, pero se encuentra a cinco billones de kilómetros de la Tierra.
Otro punto alude a la brusca rotación de los polos en cuestión de horas que generaría un shock de consecuencias imprevisibles. Una vez más, no es posible. Los movimientos que se producen son muy lentos e imperceptibles (se estima, por ejemplo, que la Antártida se encontraba cerca del Ecuador hace millones de años). Y tampoco se notan irregularidades entre la rotación y el magnetismo polar de nuestro planeta.
La NASA también descarta la hipótesis del choque de un meteorito. Subraya que la Tierra es blanco constante de diversos asteroides, pero ninguno a gran escala. El último impacto demoledor sucedió hace 65 millones de años y produjo la extinción de los dinosaurios. Con los programas actuales, pueden determinarse el tamaño y la trayectoria de los meteoritos y no hay ninguno que represente una amenaza cierta.
Por último, la ciencia ha analizado la posibilidad de que se produzcan grandes tormentas solares que nos afecten en forma directa. Según las evidencias, el sol cumple ciclos con picos de actividad cada 11 años. Pero las consecuencias no son mayores a la interrupción en las comunicaciones de algunos satélites. El próximo ciclo intenso ocurrirá entre 2012 y 2014, pero no se esperan mayores inconvenientes que las habituales.
Así, la NASA ha puesto paños fríos sobre la efervescencia de las historias mayas. De todas maneras, quienes se sientan atrapados por las historias de antiguas predicciones y cataclismos pueden acudir a la variada literatura que apareció sobre el tema en los últimos meses. Y que aparecerá sin duda hasta la medianoche del 21 de diciembre de 2012.
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