Empleados de la línea B de subterráneos, el ramal donde una joven denunció haber sido violada el viernes pasado, reclaman desde hace meses mayor seguridad debido a la existencia de «un plantel estable» de ladrones que delinquen a bordo de las unidades y que, no descartan, puedan ser los que cometieron el abuso.
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El delegado gremial de los trabajadores de la línea B, Carlos Taborda, explicó que desde hace muchos meses los empleados vienen denunciando los delitos que se cometen a bordo de las unidades y que, incluso, amenazaron con detener la marcha de los trenes si no se tomaban los recaudos necesarios.
«La empresa dispuso que aproximadamente una vez a la semana la Policía realice operativos en los subtes, lo que hizo que los delincuentes que suelen robar en una determinada línea -y que ya eran reconocidos- se trasladaran a cometer los delitos a otra», explicó Taborda.
En ese marco, el delegado gremial expresó sus sospechas de que delincuentes jóvenes y de reciente incursión delictiva en ese ramal del subterráneo hayan sido los que abusaron sexualmente de la estudiante de 21 años en una de las escaleras de la estación Callao a las 15 del viernes pasado.
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