Sólo el 25% de las jóvenes argentinas estudia o quiere estudiar carreras de tecnología

La brecha entre las elecciones formativas de las adolescentes y las carreras más requeridas por el mundo del trabajo sigue siendo significativa. La falta de información y los estereotipos vigentes son parte importante del problema.

La brecha entre las elecciones formativas de lasadolescentes y las carreras más requeridas por el mundo del trabajo siguesiendo significativa

La brecha entre las elecciones formativas de las adolescentes y las carreras más requeridas por el mundo del trabajo sigue siendo significativa

Pixabay

La brecha entre las elecciones formativas de las adolescentes y las carreras más requeridas por el mundo del trabajo sigue siendo significativa. La falta de información respecto a las carreras de tecnología y los estereotipos vigentes son parte fundamental del problema. Según un informe realizado por J.P. Morgan y Chicas en Tecnología sólo el 25% de las adolescentes argentinas menores a 24 años expresó tener la intención de estudiar o estar estudiando carreras dentro de esta área.

El crecimiento exponencial de la tecnología no es acompañado por un interés creciente de las jóvenes locales por estudiar carreras vinculadas a los sectores que tienen mayor desarrollo económico y demanda de puestos de trabajo.

Del informe surge que lo que no se conoce ni experimenta no suele ser considerado como una posibilidad. En ese sentido, el 43% de las jóvenes menores de 17 años encuestadas no conoce roles modelos cercanos de mujeres que trabajen en tecnología y el 71% expresó que no puede admirar a mujeres en tecnología principalmente por desconocimiento.

Para J.P. Morgan es un desafío reducir la brecha en tecnología. Sacando esta área, la mitad de nuestros empleados son mujeres. La idea es que trabajemos el sector privado, el público y las organizaciones como Chicas en Tecnología”, dijo durante la presentación del informe Clara Mendiberrri, Managing Director de J.P. Morgan.

Para revertir esto, los docentes son protagonistas principales. Según se desprende del relevamiento, las personas educadoras tienen un rol central en derribar las barreras socioculturales presentes en las elecciones educativas de las adolescentes al promover experiencias educativas tempranas que las acerquen a la tecnología y fortalezcan su auto-confianza en estas disciplinas. Esto, entre otras cosas, implica virar de un modelo principalmente orientado a la transmisión de información y conocimiento hacia experiencias y prácticas para enseñar a pensar, crear, discutir, cuestionar y fallar, que integren transversalmente a la tecnología.

Las adolescentes menores de 24 años eligieron, entre ocho opciones, que las carreras de tecnología son: en primer lugar, interesantes; en segundo lugar, necesarias; y en tercer lugar, complejas. Cuando se les preguntó cómo se perciben a ellas mismas en actividades que son difíciles y complejas, el 51% expresó que las hace sentir que no son inteligentes. La autoconfianza en sus capacidades, la presión por la perfección y las ideas pre construidas sobre la dificultad de materias y carreras vinculadas con la tecnología pueden inhibir o desalentar la entrada de las mujeres jóvenes a disciplinas vinculadas con la tecnología.

La diferencia de género en tecnología es mucho más dramática que en otras áreas. Es muy importante trabajar en tratar de reducirla”, concluyó Facundo Gómez Minujín, presidente de J.P. Morgan.

El relevamiento presentado por Ana Clara García Arbeleche, HR Advisor de Chicas en Tecnología, incluyó a 1.069 adolescentes y jóvenes de todo el país de entre 11 y 34 años.

Algunas soluciones a nivel institucional

  • Incorporar actividades y experiencias para estimular el interés desde temprana edad, como la niñez y adolescencia hacia carreras vinculadas con tecnología.
  • Fortalecer la confianza de niñas y adolescentes en relación a su talento y acceso a oportunidades.
  • Asegurar espacios educativos y laborales libres de sesgos de género.
  • Visibilizar roles modelos femeninos vinculados a carreras de tecnología.
  • Fortalecer la formación docente con metodologías y materiales de CTIM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) en la escuela.
  • Promover alianzas con organizaciones especialistas y co-crear soluciones sostenibles.

Dejá tu comentario

Te puede interesar