28 de septiembre 2025 - 12:25

Trasladan a Buenos Aires el misterioso objeto espacial hallado en Chaco para analizar su origen

Un enorme tanque de cohete con hidracina fue retirado de un campo chaqueño bajo estrictos protocolos de seguridad y será examinado en la capital.

El misterioso cilindro metálico fue trasladado a Buenos Aires para analizar su origen y composición.

El misterioso cilindro metálico fue trasladado a Buenos Aires para analizar su origen y composición.

Un objeto espacial que cayó en un campo de Puerto Tirol, Chaco, fue trasladado este sábado a Buenos Aires para realizar análisis detallados sobre su origen y composición. Se trata de un cilindro metálico que, según los especialistas, corresponde a un tanque de combustible de cohete, que contenía hidracina, una sustancia altamente tóxica, aunque los controles iniciales descartaron riesgos inmediatos.

En medio de la lluvia, los equipos de la Fuerza Aérea desplegaron un operativo exhaustivo para retirar el tanque sin riesgos. Se delimitó un perímetro de seguridad, se aplicaron protocolos específicos y el artefacto fue envuelto en nylon negro antes de ser transportado a la base militar. Los oficiales que estuvieron en contacto directo fueron sometidos a controles médicos, sin presentar síntomas de exposición.

Captura OVNI Chaco
Los especialistas confirmaron que se trata de un tanque de combustible de cohete con hidracina.

Los especialistas confirmaron que se trata de un tanque de combustible de cohete con hidracina.

Rubén Lianza, director del Centro Aeroespacial de la Fuerza Aérea, afirmó: “Lo que hicimos en primer lugar fue identificar el objeto. Es claramente un tanque de producto de la industria aeroespacial, que generalmente se usa para portar algún tipo de combustible para primeras o últimas etapas de maniobra en órbita”.

Características del cilindro

El tanque mide 1,70 metro de largo y 1,20 metro de diámetro, con un orificio de 40 centímetros en un extremo y un sistema de válvulas en el otro. Presenta además un número de serie grabado en su superficie y está fabricado con fibra de carbono, material que, según Lianza, puede ser peligroso por las diminutas partículas que libera: “Si se clavan en la piel, es como una espina de cactus: uno se rasca porque pica y termina incrustándolas aún más”.

Los especialistas también realizaron pruebas con sensor de hidracina y contador Geiger, confirmando que no existían riesgos químicos ni radiológicos. Ahora, en Buenos Aires, un equipo técnico analizará más profundamente su procedencia y características, buscando determinar a qué cohete perteneció y cómo llegó a caer en Chaco.

Dejá tu comentario

Te puede interesar