El Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la UBA (IALAB) cerró este 2022 anunciando 3 proyectos de impacto vinculados con la economía del conocimiento y el impulso de tecnologías emergentes.
Empathy Game en la Universidad de Buenos Aires
El Laboratorio de Innovación e Inteligencia Artificial de la UBA (IALAB) cerró este 2022 anunciando 3 proyectos de impacto vinculados con la economía del conocimiento y el impulso de tecnologías emergentes.
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En el Salón de Actos de la Facultad de Derecho se realizó el Empathy Game, evento de cierre del IALAB (UBA)
Por un lado, al inicio del evento -denominado Empathy Game- que se desarrolló en el Salón de Actos de la Facultad de Derecho, se presentó formalmente una alianza entre el Laboratorio y UBA TEC, la empresa estatal en la que la universidad es accionista mayoritario.
En ese marco, Juan Manuel Haddad, líder de vinculación público – privada del IALAB y Gerente de Regulación y Competencias de Telefónica Hispam, y Gerardo Simari, especialista en ciencias de la computación e investigador de CONICET, expusieron junto con Laura Díaz, de la Universidad de Córdoba.
El panel estuvo integrado, además, por Cesar Albornoz, presidente de UBA TEC. Ellos plantearon la necesidad de que desde el sector público, y especialmente la academia, no sólo se impulse la investigación de tecnologías que hoy definen, en buena medida, la eficiencia de toda clase de organizaciones, sino que, incluso, esos desarrollos vayan de la mano con lo que el sector privado está demandando hoy día: más automatización en la gestión de información, sistemas que corren en la nube, inteligencia artificial (IA) que resuelva cuellos de botella burocráticos.
Además, con un enfoque un tanto más político y con ojos latinoamericanos, sostuvieron la necesidad de apuntar a la soberanía tecnológica, en la medida en que crecen otros proyectos también incubados desde el mismo laboratorio o con su apoyo.
En este sentido, Mario Adaro, juez de la corte mendocina y referente regional de la innovación tecnológica en la Justicia mostró resultados concretos del trabajo realizado este año. “De pronto, Argentina es reconocida en la región por el nivel de innovación tecnológica de sus organizaciones públicas” señaló, además de citar el lanzamiento del InJusLab, una iniciativa apuntalada por diversas organizaciones, “para hackear a la Justicia, en el buen sentido”.
Por otro lado, se presentó Jóvenes Innova Lab, un espacio dedicado exclusivamente a nativos digitales, y enfocado en el modo de incubar y desarrollar startups. En este sentido Juan Corvalán, director del IALAB, reforzó la idea de que por la propia dinámica en que emergen y se consolidan tecnologías como web 3, NFT’s, y las criptomonedas, es fundamental contar con un espacio dedicado a quienes ni siquiera saben cómo era el mundo antes de los smartphones.
A propósito, todo el evento giró alrededor de la evolución de las tecnologías desde los ‘80 a hoy. Por eso las exposiciones de diferentes expertos estuvieron matizadas por la proyección de fragmentos de películas memorables, y la instalación de figuras icónicas: desde el teléfono a disco y las primeras consolas de videojuegos, hasta muñecos y robots representando a Yoda, ET, y Arturito.
Vale la pena, también, destacar que él IALAB firmó un convenio con Polkadot Academy, la primera academia en la que es posible aprender todo lo que acontece en el mundo Blockchain.
Marina Marchesotti expuso al respecto, destacando que Polkadot es una organización fundada por Gavin Wood, cofundador de Ethereum junto con Vitalik Buterin. Además, Wood inventó el término Web 3.0 en 2014, y fue quien concibió la idea de las DAO (Organizaciones Autónomas y Descentralizadas, en las que la información se almacena de forma que nadie tiene el control de lo que ocurre, y plantean nuevas maneras de experimentar internet, negocios, y relaciones sociales cruzadas por lo digital).
Verdaderamente es un hito en la educación de habla hispana que se lleve adelante este lazo con la UBA, pero no debería sorprendernos: el IALAB es vanguardia desde sus inicios; y Argentina (en especial, Buenos Aires) se yergue como uno de los centros mundiales del desarrollo cripto.
Acerca del modo en que la tecnología puede asistir a los sistemas educativos, Débora Schapira repasó una investigación del IALAB para la Universidad del Rosario (Colombia) según la cual “relevamos treinta y tres casos de éxito implementados en la América Latina y a nivel mundial que fueran extrapolables con la visión humanista de los datos de la Universidad”.
De ellos, experiencias de aplicación de IA en trayectorias educativas en Chile, Perú, Brasil y Colombia resultaron sobresalientes, porque la predicción de algoritmos que encuentran patrones en la deserción de estudiantes permite prevenir dicho fenómeno e intervenir a tiempo en cada caso.
Considerando los bajos índices de graduación y altos niveles de abandono en la educación Argentina, es fundamental que se intente abordar el fenómeno desde perspectivas innovadoras.
Finalmente, Cecilia Danesi, especialista en ética e IA, presentó su nuevo libro, El imperio de los algoritmos. Acompañada por Mateo Salvato, Fredi Vivas, Connie Ansaldi, y con la colaboración de Tomás Balmaceda, entre otros, conversaron acerca del delicado equilibrio entre innovación, ética y regulación de la aplicación de los avances tecnológicos en diferentes áreas de la sociedad.
Sin dudas, la ecléctica comunidad latinoamericana de innovadores creada alrededor del IALAB acierta en materia de transversalidad y cultura intergeneracional.
Ojalá en 2023 la dirigencia local brinde lugar a la innovación tecnológica en las complejas agendas electorales.
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